Una maestra jubilada de 56 que me sorprendió - Relatos Eróticos

Una maestra jubilada de 56 que me sorprendió

... insistí en pagar la cuenta, en el estacionamiento nos besamos sin mucho preámbulo y le dije que si quería hacer el amor, lo dudo por un momento y me dijo que si pero que prometiera que no fuera la última vez, le dije que si por mi fuera la veía diario, ella rió y me dijo que hacía mucho que no tenía relaciones así que fuera delicado con ella (si como no, ya verán porque mi comentario sarcástico), llegando al hotel ella lo pagó (insistió y pues yo la dejé) llegando nos desvestimos cómo desesperados y me fui directo a sus pezones que miraban al piso, ella gemía y me sacaba mi miembro con desesperación para meterlo a su boca y darme una de las mejores mamadas que me han dado, después nos acostamos y ella me montó desesperada, y tan pronto como entro mi verga en ella se empezó a restregar como loca hasta el punto de casi hacerme venir dentro de ella, ella acabo a los 10 minutos de estarme cogiendo (si, ella tomó la iniciativa así que ella me cogía a mí), supe que se venía porque sentí sus fluidos recorrer mi pelvis y por sus gritos mezclados con gemidos.

 Hasta aquí todo normal como cualquier otra encamada, yo no había acabado porque quería durar más y repetir dos o 3 veces y terminar cuando ella lleve al menos dos orgasmos, sin embargo lo que siguió me dejó sorprendo y es el motivo del título de éste relato, y hasta la fecha no ha habido ninguna mujer con tal determinación y facilidad de hacer lo que ella hizo, y pues se trata del sexo anal más placentero y de fácil acceso ...

... que he visto que una mujer me haya hecho (excepción de las películas porno), les comenté que tenía un trasero prominente, y no era de puro adorno, ella después de montarme por la vagina se sube un poco más y yo no lograba descifrar que quería hacer después de eso, por un momento pensé que deseaba un sexo oral porque apartó si vagina de mi pene y la subió ligeramente pero no, lo que quería era colocar mi verga aún erecta en la entrada de su ano, si, en la primer cita ya me estaba dando el culo y que culazo, cómo si fuera una profesional se enterró la punta de mi Verga en su esfinter y poco a poco con movimientos circulares solita se lo fue tragando, tal ves ustedes amigos ya han tenido esa dicha con alguna de sus amantes pero para mí en ese entonces hacerlo por ahí y con tanta soltura solo lo había visto en fotografías o vídeos de internet, si bien ya había tenido sexo anal siempre fue con mucha delicadeza y despacio, jamás en esa posición y con esa confianza como me lo demostraba ésta dama regordeta, y lo mejor es que ella lo estaba disfrutando, con sus dedos se masturbaba su clítoris y yo ayudé metiendo dos de los míos en su vagina, creo eso fue suficiente para los dos porque acabamos bien salvaje, yo no daba crédito que ya mi pene no se veía ya que que había entrado por completo en sus entrañas, ella echó la cabeza para atrás y soltó un chorro de fluidos más bien espesos sobre mi ombligo, yo terminé en su recto y ella lo sintió, cuando se retiró noté sangré, semen (al estilo ...