Madura discapacitada primeriza ocupó mantenimiento cuando yo era joven - Relatos Eróticos

Madura discapacitada primeriza ocupó mantenimiento cuando yo era joven

... un hilo de semen, mezclado con excremento y un poco de sangre.

Ella me pidió hacerlo de nuevo, nos aventamos otro palo por su vagina el cuál me costó terminar y ahora sí caí rendido, me pidió más y que si quería hacerlo por atrás de nuevo, le dije que por ahora había sido suficiente porque también tenía mi tiempo contado, ella me dijo que si no le gustaba lo suficiente como osea repetir y le dije me había encantado y el único pero que le encontré era su olor a cigarro, me dijo que trataría de dejarlo y que le prometiera verla de nuevo, le dije que sin duda me encantaría y nos fuimos a bañar, yo cargándola hasta el baño, afortunadamente había tina y le ayude a bañarse, me regaló una mamada de despedida en el baño aunque ya no pude eyacular más, nos salimos ante el asombro de algunos otros clientes y ya en la calle pedimos un taxi, la dejé en su local y la encargada se sorprendió también verla llegar con el cabello aún mojado.

Me hubiera encantado verla de nuevo y lo intenté dos veces, ...

... pero el imbécil socio de ella (eran copropietarios, el era amigo de su papá), ya no la dejó salir con el pretexto que no había quien se quedara en su lugar, la verdad me molestó mucho eso porque yo había pedido un auto prestado solo para llevarla a ella y pues fue en vano, no sé si el socio se enteró y por celos decidió interferir o por consejos de su familia que la sobre protegía mucho, la verdad es que me desespere y no la volví a contactar más ya que yo vivía muy lejos de su rumbo, y era complicado porque me acababa de juntar con mi pareja, también tenía otras amantes que vivían más cerca y era menos complicado de verlas, después me arrepiento de no haberla buscado más, tampoco la volví a ver conectada y no se que le pasaría, en fin, fue cosa de una sola ocasión y esa experiencia me hizo aceptar otras mujeres con diferentes y variadas discapacidades que me dejaron buenas experiencias, a lo mejor las cuento la siguiente ocasión, saludos desde la Ciudad de México la capital de la infidelidad.