1. El amigo de mi esposa la goza en el baile


    Fecha: 04/10/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Tus Relatos Autor: El fantasioso, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... jadeando y con la respiración agitada le respondí siiiii....!!! Pidió la cuenta, pagó y salimos abrazados como pareja, como marido y mujer. Tomamos un taxi y le dió la dirección de su casa, notó mí sorpresa y me dijo que no me preocupara ya que su casa estaba sola y no había nadie y lo podíamos aprovechar, en silencio acepté. Durante el trayecto, jamás dejó de besarme, ni  de mamarme las chichis, llegamos a su casa, entramos y al cerrar la puerta, como un loco me tomó en sus brazos, besándome y tocándome por todas partes. Me empezó a quitar la ropa, mi falda, la blusa, el brazier y por último mis tangas, esas me las sacó con su boca. Cuando quedé totalmente desnuda, él también ya estaba sin ropa, pude ver su verga totalmente erecta, tenía un muy buen tamaño, gruesa y su cabeza parecía que iba a reventar. Nos recostamos en su cama, se subió encima de mí y comenzó a besarme todo el cuerpo, bajó hasta mi ombligo, separó mis piernas y empezó a chuparme la panocha, primero con una jeta, me la estiraba lo más que podía con el chupete, luego seguía con la otra jeta, me la chupaba y la estiraba todo lo que se podía, paró la tremenda mamada de panocha que me estaba dando, acercó su hermosa verga a mi cara, la tomé con ambas manos y comencé a saborear y mamar su verga, se la estuve mamando por unos minutos, entonces me detuvo, me acostó boca arriba, abrió mis piernas todo lo más que se pudo, se acomodó en medio de mis piernas, apuntó la cabeza de su verga en la entrada de mi panocha ...
    ... y comenzó a empujar su cuerpo hacía el mío, logrando meterme toda su verga en mi panocha, pude sentir sus huevos tocar mis nalgas, luego sacó media verga y me la metió toda de nuevo hasta el tronco, sentía mi vagina totalmente llena, ocupada por ésa sabrosisimas verga. Empezó a sacar y meter su verga en mi panocha, acelerando cada vez más su ritmo. Yo gritaba, suspiraba y gemia de tanto placer, había enloquecido por completo, bramaba pidiendole que no parara y que me diera más, más y más. Perdí la cuenta de las veces que mi panocha se chorreó en sabrosos y tremendos orgasmos. De pronto paró y dejó de estarme dando piquetes en la panocha, me pidió que me pusiera a gatas, obedecí al instante, me acomodé de a perrito y paré exageradamente mis nalgas dejando mi panocha totalmente al descubierto y lista para seguir recibiendo su verga en ésa tremenda cogida que me estaba dando mi amigo. Entonces me tomó de mis caderas, puso su verga en el hoyo de mi panocha y con un pequeño recargon  me entró toda hasta el tronco, me jaló de mis caderas y comenzó a sacar y meter su verga con un ritmo acelerado, haciendo que de nueva cuenta empezara a gemir, gritar y bramar, rogándole que no parara y que me diera más, bramaba como loca diciéndole que él era ya mi dueño, que mi panocha ya era de él, que ya le pertenecía. De pronto, los piquetes que me estaba dando, aumentaron en intensidad, aumentaron el ritmo, sacándome más gritos y jadeos de mi boca. Ya era casi imposible que mi amigo siguiera ...