Mi cambio de sexo y el apoyo de mi esposa - Relatos Eróticos

Mi cambio de sexo y el apoyo de mi esposa

... de nuevo regresara en tres meses a consulta con él. En mi casa ya con mi cuerpo más femenino, la ropa de mujer que usaba, me quedaba mejor haciéndome lucir un cuerpo como el de toda una mujer, me sentía muy feliz por todos los cambios que ya se me notaban. Mi esposa también estaba feliz conmigo y me acariciaba y piropeaba mis piernas, mis chichis y mis nalgas, me decía a cada rato que ya parecía mujer de verdad, mis piernas estaban engrosando más, ya tenía caderas, mi cintura estaba más marcada y mis chichis habían crecido un poco más, mi mujer me daba consejos todo el tiempo sobre como debía actuar siendo mujer, que debía vestir como mujer y no tratar de aparentar serlo, otro cambio que pude notar fue que mi pene y mis testículos se hacían más pequeños y al usar ropa interior de mujer, ya no se me notaba nada. Pasaron los tres meses y regresé a consulta solo para confirmar que todo estuviera bien y me indicara continuar con el tratamiento y regresar en otros tres meses más. Así estuvo pasando el tiempo durante dos años donde mi cuerpo era ya el de una mujer de verdad. Acudí a consulta como de costumbre y luego de checarme y ver que todo estuviera bien, me dijo que ya era el momento de dar el siguiente paso, era ya la hora de hacer mi transformación a mujer de manera completa, ya era tiempo de cambiar lo que quedaba de mi pene y testículos por una vagina y para ello me ordenó otros análisis preoperatorios, me emocioné muchísimo y le dije que estaba de acuerdo. Me indicó que ...

... siguiera tomando el tratamiento y que iniciariamos pronto con los trámites. Me fui a mi casa alegre y algo nervioso, pensando que al fin mi sueño y lo que tanto había deseado se haría realidad muy pronto, al fin lograría ser una mujer de verdad, completamente toda una mujer. Cuando se lo conté a mi esposa, se puso muy alegre también, me felicitó ya que al fin tendría la oportunidad de hacer realidad mi sueño, se sentía contenta conmigo pues lograría cumplir mi deseo más grande. Se llegó el día tan esperado, los trámites y análisis estaba todo bien, me ingresaron al quirofano y luego de unas cuantas horas, salí siendo ya una nueva mujer, tras unos pocos días de recuperación, fui dada de alta para continuar con mi recuperación en mi casa junto con mi esposa que ya se había convertido en mi mejor amiga, lo mejor era que nos amábamos infinitamente. Después de un buen tiempo de recuperación y cuidados, regresé a consulta con mi amigo doctor, me revisó por completo y más detenidamente en mi vagina, terminó y me dijo que todo estaba bien, me felicitó y me recalcó que debía tomar las hormonas de por vida y cada tres meses debía acudir a consulta para chequeo y control. Me recomendó que fuera pensando en el nombre de mujer que usaría y que debía empezar ya a hacer algunos cambios y trámites legales, asentí con la cabeza de enterado. Antes de retirarne me informó que no debía tener relaciones sexuales por un año y que debía usar unos dilatadores vaginales periódicamente durante ése año ...