1. En la piscina


    Fecha: 10/11/2018, Categorías: Jóvenes Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sus corridas una detrás de otra mientras yo, entre el frescor del agua, tenerla a ella agarrada con un brazo y sujetarnos al filo de la piscina con el otro estaba aguantando más de lo normal. Carmín mientras se retorcía, con los ojos en blanco. Un hilo de saliva la caía de los labios y ya no hablaba, apenas podía gemir, medio ida, orgasmo tras orgasmo.
    
    Debimos estar así al menos diez o doce minutos. Yo la follaba duro, le besaba el cuello, le chupaba las tetas. Quería tocarla toda a la vez y ella me apretaba con las piernas, como si quisiera meterme entero dentro de su coño.
    
    -Ah, sigue, fóllame, córrete,… vamos… quiero que te corras…., no puedo más, vamos córrete… préñame el…. Coño....
    
    No pude resistirlo más y me vacié a borbollonees. Mi semen salía a chorros disparado contra la entrada de su útero. Los gemidos de Carmín, ya no eran gemidos, eran gritos en toda regla, perdido el control y temblando de gusto.
    
    -Ah, sí,… sí, ah Ah, sí,… sí, ah
    
    Por fin nos quedamos quietos. Carmín desmadejada entre mis brazos y yo sudando, incluso a pesar de estar dentro del agua. La ...
    ... besé intensamente. A pesar de los años que llevamos casados la quiero con locura y la deseo como un adolescente. Su cuerpo de treinta y pico años es sensualidad y sexualidad pura y cada vez que consigo que ella se deshaga de uno de sus muchos tabúes, el resultado es una sesión de sexo antológica. Tras un beso más le dije:
    
    -Ha sido impresionante cariño.
    
    -Esta mañana me he levantado cachonda. No me podía quitar de la cabeza la idea del morbo de provocarte y demostrarte que sí era capaz de ponerme en topless. Y la verdad, -me guiñó el ojo- ha valido la pena. Por poco no me has dejado escocida… vaya polvo…
    
    -Pues, mi amiguito, quiere aún más… -y bajé su mano para que tocara mi poya que seguía morcillona bajo el agua.
    
    Carmín se rió y de una patada en la pared de la piscina y un par de brazadas se alejó de mí, diciendo, con tono que pretendía ser de alarma…
    
    -Tú lo que quieres es matarme de un polvo cabrón, jajajaja. Aléjate de mí.
    
    Yo me reí también y me lancé nadando detrás de ella. Ahora tocaba jugar un rato en el agua, luego follaríamos otra vez, aún queda verano… 
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