Abril, una muchacha de aldea
Fecha: 15/11/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
Abril era una muchacha de aldea que fuera a servir a la cuidad. Tenía poco más de 20 años, ojos negros, cabello marrón y largo, estatura mediana, tetas grandes y unos quilos de más. Era muy bruta y tenía la mala costumbre de decir siempre lo que pensaba... En la casa en la que había ido a servir ya tenían una sirvienta. Rosa, 35 años, divorciada, morena, de ojos azules, alta, con buenas tetas y refinada. Eran las diez de la noche. Las dos estaban en camisón sentadas en la cama de la habitación de Abril. Le preguntaba Rosa a Abril:
-¿Tenías novio en la aldea?
-No me corría prisa. ¿Lo tienes tú? A tu edad ya no se te va quemar el arroz, ya debes tener la tartera quemada.
-Soy divorciada.
-Algo malo harías, o algo malo haría él.
-Fue culpa mía. Soy ninfómana.
-¿Y él no lo sabía cuándo te casaste?
-No.
-No me extraña. No tienes acento.
Rosa la miró, extrañada.
-¿Acento de qué?
-De extranjera.
Rosa, sonrió, y le dijo:
-Una ninfómana no es una extranjera.
-¿No? ¿Y qué es?
-Una mujer que necesita que le den más, y más y más.
-¿Azotes en el culo con la mano?
-Eso es secundario.
-No, eso es de primario, de secundario es la zapatilla, y de terciario la tralla.
-No te entiendo.
-Ya somos dos. ¿Con qué necesitas que te den más, más y más?
-¡Con la polla, con la verga, con el cipote, con el nabo! ¿Entiendes ahora?
-Entiendo, entiendo. Pero no me chilles. Para eso no haberte casado, si necesitas a cuatro que te ...
... den...
-Tú eres tonta.
-Eso es lo que tú te crees. En una tarde me follé a siete mozos y a una moza y me quedé con ganas.
-¡¿Juntos?!
-No mujer, uno a uno, que follar es como el vino, si mezclas te hace daño.
-Ya ni sé de qué estaba hablando.
-De que tu marido te dejó por puta.
-Por ninfómana. Me picaba mucho y...
-¿Sabes cómo le llamamos en la aldea cuándo no para de picar?
-¿Cómo?
Abril se llenó la boca.
-¡Aaaaansia viva!
-Sí, es algo así.
-¡Aaaaansia viva! Yo, mayormente, la tengo de comer. ¿Y tú?
-De orgasmo tras orgasmo.
-Suena bien. Nunca lo comí.
Rosa, no daba crédito a lo que oía.
-¿Fuiste a la escuela, Abril?
-Hasta los 7 años. A los 7 años me castigó la profesora sin recreo. Rompí todas las libretas, y al día siguiente estaba trabajando en la huerta.
Rosa, que andaba salida, siguió a lo suyo.
-Se nota. ¿Cómo le llamáis en tu aldea a hacer un dedo?
-Sacar un moco.
-A ver, a ver. ¿Cómo decís masturbarse?
-Al revés
-¿Decís "al revés" masturbarse?
-Sí, decimos, turbarse más.
-¡Hostias!
-Eso lo decimos igual, ninfo..., eso
-Creo que no pillaste lo que es una ninfómana. Una ninfómana es una mujer a la que no le basta con correrse una vez, tiene que correrse dos veces, tres veces...
-Quieta parada! ¿Un orgasmo es correrse?
-¡Exacto!
-Tú lo que necesitas es al Evangelio.
-¿Eres religiosa?
-Puede
-Cómo qué puede?
-¿Vale haber follado con un cura?
-¡¿Te follaste al cura de tu ...