1. Una satisfacción contenida.


    Fecha: 15/11/2018, Categorías: Incesto Autor: Danino, Fuente: CuentoRelatos

    ... Posiblemente, la desatención de mi marido hacía que reaccionara débilmente ante estos 2 muchachos llenos de energía viril y casi era como desquitarme del maltrato de mi esposo y la falta de afecto.
    
    Cuando busqué las tazas en la alacena para servirles el café, uno de los pitufos que sostenían el estante, se salió y este casi dejaba caer la vajilla que sostenía. Con ambas manos sostuve el estante evitando que se cayeran las tazas. Esto hizo que se me abriera algo el escote, dejando parte de mi pelo al descubierto.
    
    Presto, Bruno se acercó por detrás mío y me ayudó sosteniendo también el estante. Tenía un pantalón de gimnasia que me dejaba sentir, en la proximidad de su cuerpo, el bulto de su miembro enérgico en mis nalgas.
    
    No dije ni hice nada. Me quedé de una pieza sin tiempo ni ganas de reaccionar. A todo esto, Chelo estaba sentado frente a su café sin siquiera haberlo empezado.
    
    Pasaron unos minutos, que me parecieron interminables. La respiración de Bruno en mi nuca, me electrizaba la piel y me temblaban las manos. Esperaba su reacción, pero él, no decía nada y no se despegaba de mi espalda. Su miembro empezó a notarse de inmediato. Es que la fuerza viril del muchacho si, reaccionaba inmediatamente.
    
    —¿Qué haces, Bruno? —murmuré, volteando mi cara.
    
    — No puedo evitarlo, señora Daniela — me dijo al oído— es Ud. tan hermosa......
    
    Ya el estante en su lugar y soportando la vajilla, las manos libres de Bruno, lentamente se deslizaron por mi escote y acariciaban ...
    ... mis pechos.
    
    —Esto no puede ser —y agregué —te pido que te detengas inmediatamente.
    
    — Realmente, ¿quiere que me detenga? — preguntó Bruno.
    
    Me quedé en silencio. Me temblaban las piernas y sentía un flujo vaginal, fruto de mis permanentes carencias de sexo. Era una reacción natural. Bruno me besaba el cuello y poniéndome de frente, su boca buscó mis labios y nos enredamos en un apasionado y fogoso beso correspondido.
    
    —Quiero y necesito que me amen —musité entre sus labios.
    
    —Es lo que deseo, desde hace mucho tiempo —aseveró.
    
    —Hazme tuya. Por favor. Quiero que me poseas intensamente. —le rogué.
    
    Bruno me desprendió la bata y de un manotazo me dejó tan solo con un diminuto camisolín con el que duermo en verano. Me levantó en sus brazos y me llevó al dormitorio. El éxtasis me agobiaba y mi boca buscaba desesperada sus labios con ansias.
    
    Tanto tiempo sin sexo, hacía de mí, una presa fácil del placer y la lujuria.
    
    Me tendió en la cama y se desprendió de sus ropas. Yo me desnudé y me ofrecí al macho vigoroso que me atacaba con una pasión inmensurable Besaba mis pechos, mordía mis pezones y descendió a mi pubis, lamiendo mi vagina con desesperación, fruto de sus deseos disimulados tanto tiempo.
    
    Desesperada ante este violento sexo impensado nos mordíamos las bocas y el penetrar en mi vagina fue el sumun del placer. Mis gritos de placer se confundían con el llanto de mi paroxismo. En pleno mete y saca, veo que Chelo aparece en el dormitorio, desnudo junto a ...