Maestra ruth - Relatos Eróticos

Maestra ruth

... dijo. "Miré una de sus facturas. Iba a llevar su bolso a la oficina principal. Pero pensé que podrían ver todos los avisos finales en sus facturas. Eso podría no ser bueno para su revisión". lo dije con una sonrisa.

"Gracias. Mi marido perdió su trabajo. Tenemos dos hijos pequeños. Tuve que volver a trabajar. Acabo de encontrar este trabajo en la escuela. No puedo agradecerles lo suficiente. No puedo perder este trabajo". dijo la señora Hills. Busqué en mi bolsillo trasero. "MMMMmmm. Hay bastantes facturas vencidas aquí. Esta especialmente. Dice que te cortarán la luz mañana si no pagas". Yo dije. "¿Qué? Déjame ver. Se suponía que mi esposo pagaría esto la semana pasada. Me olvidé por completo. Le di cerca de $400 para pagarlo. ¿Qué voy a hacer?" dijo la señora Hills. Solo sonreí mientras la examinaba un poco más.

"Podría pagar esta factura por usted. Eso si usted quiere. ¿Qué le parece eso, señora Hills?" Yo dije. "¡Oh! ¡No! No puedo permitir que hagas eso, joven. Quiero decir, no estaría bien. No acepto caridad. Ganamos cosas en esta casa". dijo la señora Hills. "Fue solo una idea. Estoy seguro de que tienes algo de dinero para pagar". Yo dije. "Tengo algo de dinero extra en un frasco en el refrigerador. Déjame comprobarlo". dijo la señora Hills. Se giró para caminar hacia la cocina. Unos minutos más tarde regresó a su sala de estar. Yo estaba parada en el medio de la habitación junto a su gran sofá blanco.marrón en el borde del sofá. Ella se volvió hacia mí. Sus ...

... grandes pechos estaban a punto de explotar por su viejo sostén. Su sujetador de encaje blanco estaba usado y los bordes estaban rotos en algunos puntos. Probablemente no había comprado sujetadores ni lencería nuevos desde que estaba soltera. Me quedé allí y miré su voluptuoso cuerpo. Mi polla se movió en mis pantalones cortos. Estaba duro como una roca. Las 9 3/4 pulgadas bajaban por mi pierna derecha.

Me acerqué a ella. "Pon tus manos sobre tu cabeza. Así de simple". Yo dije. Metí la mano debajo de su enorme pecho para levantarle el sostén. Su gran pecho de color blanco lechoso cayó sobre su pecho. Su sostén estaba en el aire hasta sus brazos. Lo sostuve con una mano entre sus codos. "¡¡¡¡¡Oh!!!!!" ella dijo. "Tire ese sostén desgastado al suelo, señora Hills. Mire cómo se planta. Sus senos se sientan tan arriba en su pecho. Allí son tan grandes y firmes. Si no me hubiera contado sobre sus dos hijos. Nunca lo habría sabido. Allí "Perfecto. Tus grandes pezones son muy duros. Déjame frotarlos". Yo dije. Moví mi mano para pellizcar sus pezones del tamaño de un pulgar. Estaban duros como mi polla. Tenía dos grandes aeroles rosados de 4 pulgadas en su gran pecho. Cada uno de sus pechos se sentía como dos pequeñas pelotas de playa mientras jugaba con ellos. Llevé su pezón derecho a mi boca. Lo chupé muy fuerte. "¡Oh Dios! Mi marido piensa que es un joven grande. No han jugado así con ellos en años". ella gimió.Ella inclinó su cabeza hacia atrás. Tenía los ojos cerrados. Dejé caer ...