1. La pasarela


    Fecha: 16/11/2018, Categorías: Incesto Autor: Fuhror, Fuente: CuentoRelatos

    ... apetito sexual era como el de un lobo con hambre.
    
    —Voy a compensarte, te comprare un regalo en cuanto tengo la oportunidad.
    
    —En serio no te preocupes, amor. No tienes por qué comprarme nada, yo tampoco te di nada en tu cumple —respondió con una sonrisa-
    
    —Sí, pero tú te lo mereces después de tanto tiempo sin que estuviera para ti. Además te lo mereces.
    
    —¿Por qué? ¿Qué hice? —alzó la ceja sorprendida.
    
    —Por haber sido paciente conmigo —hago una pausa y miró su cuerpo—. Además tengo suerte de tener a una novia tan sexy como tú.
    
    —¡Calla! —me dijo dándome otro beso— ¡No lo soy!
    
    —Para mí lo eres —respondí regresándole el beso—. ¿Y no sé qué hice para merecerte?
    
    —Piensa —dijo ella en forma juguetona y mordiendo mi labio.
    
    —¡Auch! No tengo la menor idea, pero me saque la lotería. Pero no te vayas a acabar mi labio por favor.
    
    Ella se sonrojó y soltó mi labio.
    
    —Perdón, es sólo que me gusta morderlo —comentó con una pequeña sonrisa. Se quedó callada por unos momentos y luego se mordió el labio—. Amor, en realidad… tengo un regalo para ti.
    
    —¿Y me lo quieres dar en tu cumpleaños? ¿No está mal eso?
    
    Ella negó con la cabeza.
    
    —La verdad había estado guardándolo, pero me gustaría dártelo. No me molesta que sea hoy, de hecho si te gusta a ti estaré contenta y ya no tendrás que darme nada.
    
    —Ammm… de acuerdo. Si quieres dármelo no veo por qué no.
    
    Ella respondió con una sonrisa, me tomó de la mano y me llevo hasta la sala donde me sentó en el ...
    ... sillón.
    
    —Espera aquí, ahora lo traigo. No te vayas a mover —dijo dirigiéndose a su cuarto.
    
    —¿Y si lo hago?
    
    —Me voy a enojar y vas a arruinar mi cumpleaños, no debes de moverte de ese asiento por nada del mundo —respondió desde la puerta de su cuarto.
    
    —Está bien, no me moveré. Lo prometo.
    
    Ella sonrió, se mordió el labio y desapareció en el interior de su alcoba. Espere un par de minutos un poco emocionado por la anticipación de lo que había pensado mi novia en regalarme. Pero jamás me había sorprendido como cuando ella salió de su cuarto.
    
    —¿Te gusta?
    
    Frente a mí Oriana dio una pequeña vuelta vestida con ropa interior de encaje color rojo. Sus pechos estaban apretados por el escote, su trasero estaba alzado ligeramente y sus piernas estaban enfundadas en unas medias con liguero.
    
    —Wow, amor…te ves —sin poder evitar solté un silbido y una sonrisa apareció en mi rostro—. Me gusta cómo se te ve el rojo.
    
    Desde luego que volvió a sonrojarse. Sin perder tiempo, Ori comenzó a mover su cuerpo de un lado a otro, dando de vez en cuando una vuelta para que pudiera ver por completo su cuerpo. Se detenía en ocasiones para posar y mandarme besos. Por mi parte, sentía como mi miembro comenzaba a cobrar vida mientras veía a mi novia caminar de un lado a otro como si fuera una modelo de lencería.
    
    —Wow amor, te ves tan hermosa, deberías ser modelo —le digo mientras la veo alejarse de mí para que pueda ver su trasero y muerdo mi labio, sintiendo como el deseo comienza a ...
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