Una Gatita en celo - Relatos Eróticos

Una Gatita en celo

... que llego una definitiva.

Era viernes en la mañana, recuerdo que habíamos ido a clases pero se suspendieron porque las instalaciones del colegio se habían inundado por la fuerte lluvia de la noche anterior, así que fui acompañarla a su casa y luego irme a la mía. Sin embargo al llegar tuvimos que entrar porque comenzó a llover fuertemente y no pude irme. Estábamos solos ya que sus padres estaban a esa hora en el trabajo como siempre y su hermano tampoco estaba. Después de un rato nos pusimos a ver una película, estaba yo recostado en el sofá y ella abrazada a mí y durante el transcurso de la película empezó nuevamente el jueguito de besitos, caricias, abracitos y por supuesto que volví a excitarme.

Poco a poco las caricias se hicieron más comprometedoras, recuerdo que una de mis manos se deslizo de la cintura hasta el muslo y suavemente fue posándose sobre sus nalgas, ella al principio no dijo nada pero de pronto se hizo el bulto en mi pantalón, y este se movió con fuerza. Ella inmediatamente lo noto y sonriendo aparto mi mano de “allí”. Sin embargo yo seguí con mis caricias, por su espalda, sus brazos y poco a poco note como su piel se erizaba. Al rato note que comenzaba a apretar sus muslos y a frotarlos, mientras que se notaba muy inquieta. También comenzó a sudar y respirar en aceleración sin embargo nunca dejo de mirar la pantalla, como buscando en ella un alivio para el calentón que tenia.

Yo decidí atreverme a más y deslizando mí mano por su espalda metí ...

... mi mano por dentro del pantalón y atrape sus nalgas, estaban calientitas y el panty un poco húmedo de sudor, y también de excitación. Ella reacciono de inmediato y trato de detenerme esta vez sin mucha fuerza de voluntad, y yo para evitar que se arrepintiera me abalance sobre ella y le dio un beso muy intenso, ella no pudo resistirse más y me correspondió. Poco a poco allí comenzamos a desnudarnos, yo le quite la franela y bese sus senos aun con el brasear.

Por su parte ella desabrocho la cremallera de mi pantalón y me los bajo hasta quitármelos, posteriormente saco mi pene y comenzó a chuparlo como si fuese una paleta. Mientras lo metía y lo sacaba de su boca me miraba con esos ojos verdes que me decían que estaba ansiosa por que la hiciera mía, yo solo la mira y disfrutaba de aquella sensación que causaba la humedad de u boca, me excitaba mucho ver como su lengua acariciaba mi pene y su saliva se deslizaba por él. De pronto dejo de hacerlo y con una sonrisa en los labios muy sensual se levanto y camino lentamente hasta una habitación, yo rápidamente la seguí y al llegar la encontré sobre la cama, en una posición de “cuatro patas”, totalmente desnuda y con el culo levantado en dirección hacia donde yo estaba, el cual lo movía de forma circular como un gato o mejor dicho “una gatita” lo moviese, mientras su sensual mirada seguía diciéndome que era todo mío.

Inmediatamente acabe de desnudarme y totalmente excitado me fui acerando lentamente, algo nervioso pero a la vez ...