El Padre Juan - Relatos Eróticos

El Padre Juan

Quiero compartir con ustedes, como desperté al mundo del sexo desde muy pequeño, curaba el cuarto año de primaria en un colegio católico, ese año era el del bautismo, así que concurrida a la catequesis, qué nos daba el Padre Juan, el párroco, las historias que nos narra a eran tan interesantes, qué después de salir del colegio hiba a la parroquia a escuchar las historias, aveces en la propia iglesia o en la sacristía, la confianza en el padre juan fue creciendo, así que cuando empezó a sentarme en su regazo no me puse, a medida que me relataba las historias sus manos acariciaba mis piernas, me gustaba tanto que cuando no lo hacía trataba de tomar su mano para ponerla en mi pierna, hasta que un día, me sentó bien sobre su falda y sentí por primera vez un bulto en mis nalgas, mientras el me acariciaba la pierna, movía su cadera hacia arriba y me empezó a agradar eso firme que presionaba contra mis nalgas, uno de esos días que fui lo encuentro en la sacristía, noto que estaba descalzo y la sotana abierta, se veía que no tenía pantalón, al verme se sonrió y sentándose en una silla me invito a sentarme sobre el, cuando me acerque, me dijo que hacía calor, qué me sacara la túnica, lo hice quedando en short y camisilla, abrió sus piernas y me sentó sobre el, sobre su piel cálida, cuando sus manos me empezaron acariciar, instintivamente busque el bulto y me senté sobre el, me dio un beso en el cuello y me dijo al oído, dejame bajarte el shorcito y vas a sentir más agradable, bueno ...

... le dije sin medir consecuencias por mi inocencia, me paro de espalda a él, me bajó la ropa y me senté nuevamente sobre el bulto, la piel de su verga quedo en medio de mis nalgas, me dijo al oído, así te gusta, como la sentís, se siente calentito, que es, es lo que te gusta, que te refregabas a través de la ropa, es mi verga, te gusta me dijo, sin más le dije que si, yo sabía que te hiba a gustar, arrodillate frente a mi y la vas a ver, me puse de rodilla y vi una verga por primera vez, estaba sorprendido mirando cuando me dijo que abriera la boca, al abrirla me arrimo con una mano la cabeza y me metió la verga en la boca, me dio un poco de asco, pero entre sus palabras de como chupala, me empezó a gustar, al rato ya le mamá a la verga al padre Juan, el suspiraba, al rato me separó y me dio qué no quería acabar aún, yo no entendía nada, me llevo a un sillón y me puso boca abajo, me abrió las nalgas y comenzó a chuparme entre mis nalgas, cuando su lengua puntiaba mi oyito, yo me estremecía y gemia, entre chupada y chupada empezó a meter sus dedos en mi culto, al principio me molestaba, pero al rato me gustaba, no se cuanto paso, pero entre los gemidos qué me arrancaba, siento que me dice, ya estas pronto, ahora si te voy a coger, sentí su verga dura en la entrada de mi oyito, cuando empezó a entrar dentro mio, mis gemidos se convirtieron en pequeños quejidos, me tapó la boca y sentí como entro toda su verga, empecé a llorar e intentar zafarme, pero el padre juan seguía dentro ...