1. Una chiquilla curiosa (Mas que sexo oral)


    Fecha: 18/11/2018, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    ... de panocha deseosa de sexo. A estas alturas Estefany no era otra que alguien a quien estaba decidido a darle placer sin importar que fuera mi nieta. Ella seguía parada sobre la tapa del sanitario, yo prácticamente en cuclillas dándole lengua. Ajenos a lo que pasara afuera, creo que hasta habíamos olvidado el hecho de que mi mujer pudiera llegar en cualquier momento y nos encontrara en esta situación imperdonable. Estefany quizá era a la que menos le importaba, parecía ida y entregada a lo que hacíamos. De hecho siempre era ella la que buscaba la oportunidad de que hiciéramos nuestras cosas. Es que se conmigo sentía mas rico que con Andres me decía. Hoy al parecer no era la excepción, pues la forma como me apretaba de la cabeza que mas que apretarme era agarrarse de mi cabello, sus piernitas abiertas a lo que daba para que yo pudiera meterme entre ellas y chuparle de punta a punta, mordisquearle esa pepita que se salía de entre sus labios vaginales así como su clítoris. Toda su vulva era una delicia. Supe que estaba incómoda en esa posición y la ayude a sentarse sobre el lavado quedando ella de espaldas a la pared, piernas abiertas flexionadas. La posición perfecta para seguir chupándole el chocho o porque no penetrarla de una vez por todas. Instintivamente me mire la verga, quizás ya era hora de que mi nieta se comiera mis 18 cm. La neta estaba a full de parada, la venas saltonas, un hilo de baba se le escapaba del glande. En la posición que estaba fue mas fácil mamarle el ...
    ... chocho, me permitía ayudarme de los dedos así abrir sus labios vaginales y prácticamente cogerla con la lengua. Sendos gemidos se escapaban de su boca, sus ojos cerrados, su cuerpo entero retorciéndose, sus manos fuertemente afianzadas del borde de lavado. Sus piernas lo más abiertas que podía como si con ello estuviera pidiendo que entrara mas allá de lo que mi lengua podía. Fue entonces que me paré hasta quedar con la cabeza de mi polla a escasos centímetros de la entrada de su cueva, se veía enorme. Estefany había abierto los ojos y me miraba como tratando de adivinar que seguía. ¿Quieres que te la meta? - pregunte -. Asintió con su cabeza. Aunque creí adivinar que sentía miedo. No sabia porque, pero algo me decía que quizás pensaba que podía lastimarla. Siempre me había manifestado el hecho de que mi polla era muy pero muy grande – decía -. Te la voy meter despacito bebe – dije - como si como ello quisiera darme valor a mi mismo, porque también pensaba que ese chocho no estaba preparado para recibir mi anaconda como la llamaba mi mujer. Me coloqué entre sus piernas halándola a ella para que su entrada quedara al mismo borde del lavado, con la mano derecha tome mi verga hasta ponerla rosando sus labios vaginales. Empuje un poco aunque mas con la intención de que sintiera que ya estaba con la polla en la entrada, la sentí como se acomodaba recostándose a la pared. De nuevo hice presión con mi polla pero esta vez busque apretar su clítoris, después hice movimientos circulares. ...