Los sueños húmedos que no debería tener
Fecha: 05/02/2024,
Categorías:
Masturbación
Tus Relatos
Autor: Opipu, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Desde que cumplí los doce años de edad, múltiples sueños de índole sexual han invadido mis sueños.
Empezó por soñar y a veces hasta sentir como alguien manoseaba mi cuerpo de formas tan atrevidas, que al término de mis quince años, me había convertido en una adolescente llena de curiosidad; en como se sentiría probar un pene o que alguien posicionara su boca entre mis piernas, hasta en como sería la sensación de tener a alguien dentro de mí.
Sin embargo, llegué a los dieciocho siendo virgen, luciendo casta para todo el mundo. No había gran problema, tenía mis fantasías y el auto placer en mano cada que lo necesitase.
...O al menos así lo creí.
Desde que descubrí lo sensible que mis pezones eran ante mi propio tacto, una tormenta de sueño húmedos cayó sobre mí, y ahora, aquellos sueños tan lascivos han intensificado su realismo.
El día de hoy desperté recordando la cosa más estúpidamente caliente que jamás había pasado por mi inconsciente.
Solo ví a mi primo, sentado en mi cama, jugando casualmente en su consola portátil. Mi hermano jugaba junto a él, ambos reían y se peleaban eventualmente debido a sus riñas. Sin embargo, al cabo de lo que parecían minutos, mi hermano salía de la habitación por petición de un familiar, y yo, quién se encontraba en la litera de arriba, mire para abajo hacia la cara de mi primo, quién seguía jugando.
Prontamente, yacía un bulto grande y notable en sus pantalones.
Suspiré frustrada, aún sabiendo que estaba mal, no pude ...
... evitar sentir una terrible atracción por aquel bulto que yacía adornando en sus pantalones.
Oírlo gruñir con vergüenza fue un detonante para que finalmente bajara de mi cama y me acercase por detrás.
Yo lo sentía bien, como debajo de mi ropa interior, mi entrepierna temblaba con curiosidad.
El sueño se tornó borroso en ese momento, no logro recordar cómo fue aquella conversación que nos llevó a la siguiente escena. Lo siguiente que recordé fueron mis pies aproximándose a su bulto, mientras yo me encontraba atrás de él, mi pies frotaron su erección lentamente de arriba a abajo, él río mientras empezaba a retener sus gemidos dentro de su boca. Y en cuanto me dí cuenta, bajé sus pantalones y toqué su dura y grande longitud. Tragué saliva, maravillada al ver su pene erecto frente a frente en mi cara, y antes de darme cuenta, mi mano se encontraba acariciando lentamente su prepucio y su rosada cabeza, él suspiró nuevamente, está vez en aburrimiento. Y sin molestarse en colocarse la ropa interior nuevamente, se recostó de espaldas, mostrando su trasero desnudo sin pena alguna mientras retomaba su partida. Mi corazón palpitaba sin cesar, miré fuertemente entre sus piernas y me aproximé hambrienta por más. Coloqué mi lengua entre sus posaderas y fuí bajando hasta llegar a sus testículos, él finalmente soltó un gemido de confusión, colocó fuerza en su parte baja y me pidió parara. Lo ignoré al bajar mis labios por su pene erecto, sin embargo, en el momento en el que finalmente probaría ...