Fui violada por un profesor muy molesto… y me volvió su puta. - Relatos Eróticos

Fui violada por un profesor muy molesto… y me volvió su puta.

... experta, me pregunto cómo obtuviste esa experiencia, a cuántos se las habrás chupado putita’, yo no le decía nada, solo la miraba muy satisfecha y me dijo ‘¿ves cómo tenía razón?, solo te hacía falta una buena cogida para quitarte lo puta mamona, ahora sigue que te acostumbres a mi verga y luego a ser mi puta; ufff síguele cabrona, comete la verga dura de tu amo’. Me estaba excitando cada vez más, al punto en que yo misma me estaba quitando la ropa, me quité el suéter y la playera y quedé en bra pero me dijo que también me lo quitara, que quería ver mis pechos en todo su esplendor y así lo hice, pero no solo eso, su pene ya estaba todo ensalivado y mi boca casi como un rio, entonces dejé caer esa saliva en mis pechos y lo esparcí por el medio para poder acomodar bien su pene y entonces lo acomodé y me dijo ‘justo eso perra, deslechame con tus ricos melones, hoy traigo mucha leche para mi putita, la quieres toda ¿verdad? Y le dije ‘sí profe, quiero probar su semen’. Comencé a subir y bajar con calma, pero él me dijo que más rápido, que se lo apretara bien y lo lamiera al asomarse y justo así lo hice, se sentía muy rico, dejé de resistirme y me dejé llevar por el placer. Luego de unos minutos me dijo ‘ven aquí mi amor, toca darte otra cogidota, me convence tu carácter pasivo, pero quiero estar seguro de que serás solo mi puta’. Entonces me quitó el pans y mi cachetero, él también se quitó su saco y camisa, ambos quedamos desnudos, me puso de pie junto al escritorio de frente ...

... a él, subió una de mis piernas a él y me inclinó como si fuera a recostarme, su puso un condón y me la metió, de pie, sentí tan rico al sentirla entrar que solté un gemido; me tomó de la cintura para jalarme y metérmela más duro, en segundos mis gemidos se convirtieron en quejidos de ‘mmmm ummmm mmm’ a ‘aah aaaaah’, me apretaba los pechos y me besaba por todos lados, yo estaba perdida en el placer, su pene estaba en lo más profundo de mí y me decía ‘que apretadita estás cabrona, me estás exprimiendo, así se siente una conchita de una mamona que no coge con cualquiera. Sus palabras me hacían gemir más y más y repentinamente me la sacó, volteé a mirarlo con un poco de confusión, pero no dije eso, le pedí que siguiera, por favor, estaba sintiendo muy rico y me dijo ‘pues dímelo, dime que quieres verga, suplícame perra’ y así se lo dije ‘por favor profe, métame su verga, se lo suplico, cójame duro como ayer, soy toda suya’. 
Su rudeza apareció, extendió una de las cortinas del estante en el suelo y me dijo ‘ponte en cuatro perra y levanta bien tu culito’, justo así lo hice, se puso sobre mí y sin apuntar, solo empujando, su pene entró en mi a la primera, eso me obligó a arquearme y soltar un grito pequeño y me decía ‘así me gusta perrita, grita, grita con mi verga’, sus embestidas entraban muy profundos y sus manos apretaban con rudeza mis pechos y pezones, estaba prensado de ellos, me estaba destrozando y yo solo gemía y gemía; me tiraba del cabello, me nalgueaba fuerte y me ...