1. ANAL BRUTAL CON MIS EQUINOS


    Fecha: 19/03/2024, Categorías: Zoofilia Tus Relatos Autor: CAMILA, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Hola amigos, estoy conectándome de nuevo a este hermoso mundo de los relatos. Yo actualmente estoy en una etapa de cachondez equina; si bien mis perros también me culian, estoy optando por estar más con mis caballos que me dejan el culo ardido de tanto darme placer.
    Como tengo que cuidarlos, tuve que aumentar mi dotación de machos para poder aparearme con ellos por los menos 2 veces a la semana, de los cuales utilizo por los menos 4 de ellos. En mi búsqueda constante por mejorar mis posturas, penetración y duración de la cogida, me hice unos carros de madera acolchonados para poder ponerme debajo de los potros y cogerlos yo, ya que de esta manera logras más duración del coito. Me rendí en el intento de tratar de recostarlos para subirme arriba y montarlos.
    Busque la ayuda de mi cómplice zoofílico, el veterano sereno de mis abuelos, quien ya no aguanta cogerme como antes con su rica verga, y solo sueña con preñarme. Entre los dos hicimos dos lindos diseños.
    Copié el sistema de las maquinas sexuales, con la diferencia que me mueve a mí. Durante la semana estuve probando las máquinas con el dildo que tengo, realizando los ajustes que consideraba necesario, mientras disfrutaba de unas cogidas y le permitía descargarse al viejo. Viernes por la tarde, una vez conforme me fui al establo a dar el visto bueno.
    Claro que empecé primero dejando que me cogieran con la rudeza que los caracteriza, ya me había armado un caballete donde me ubicaba para que se levanten y me penetren con ...
    ... violencia, me ayudaba a soportar parte del peso de mis amantes; pues no quería quitar todo el peso, eso me gusta. El viejo me iba trayendo los machos, dejando mi concha para los ponys y mi culo para los otros sementales. Con mis agujeros ya super lubricados con el dildo cargado con el semen de mis puercos, sus penetraciones de deslizaban sin problemas y hasta el fondo, se sentía super rico. El burro, por ser el último, me sacó el primer orgasmo, con su cabezota raspándome todo mi interior, haciendo que mis piernas aflojen del placer.
    El viejo me ayudo a acomodarme en la máquina, donde quedaba arrodillada y apoyada sobre mis muslos. El otro punto de apoyo lo tenía con mi pecho y dos manijas que me ayudaban a sostenerme. La zona de mi vientre quedaba libre para que las vergas me taladren con total libertad, mientras yo me acomodaba en cada ocación logrando las mejores penetraciones posibles. Tenía dos elevadores eléctricos que manejaban las alturas de mi cadera y pecho para poder buscar la mejor posición para cada ocasión. El motor también cambiaba de ángulo para el movimiento de adelante y atrás.
    Me llevo directamente a mi semental mayor, que al verme llegar empezó a endurecer su pija. A pesar de haberme acabado ya dos veces, seguía firme en tan poco tiempo. 
    Ya bien ubicada debajo de él, tome su verga e introduje su glande en mi culo que se estiro como si nada pasara. Y ahí llego su turno, su embestida fue brutal y profunda, y el hecho de estar bien acomodada y con buen ...
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