ANAL BRUTAL CON MIS EQUINOS - Relatos Eróticos

ANAL BRUTAL CON MIS EQUINOS

... soporte de la máquina, se sintió diferente, más rico, más profundo aún, más placer. Con mi cabeza inclinada pude ver como mi vientre se deformaba con cada embestida y lo profundo que llegaba; sentir su leche caliente en mis tripas, era espectacular. Grite y gemí de placer al sentirme tan dominada, con un orgasmo espectacular.
Mi ayudante veterano se encargó de trasladarme en el carrito entre los machos grandes para seguir jugando con ellos. En los próximos ya usé el dispositivo que me movía logrando la penetración en diferentes ritmos y profundidades, logrando más tiempo con cada macho, y más orgasmos míos de tanto placer. Con estos juguetes no tenía que pensar en mis piernas si respondían o no, aunque igual sentía mi cuerpo como se iba debilitando en cada cogida. Pero el placer era mas poderoso que me animaba a seguir.
Continué con el burro y los ponys, que con la ayuda de la segunda máquina que estaba diseñado para estar boca arriba, estuvimos cogiendo más de 30 minutos hasta que logré que terminaran bien, notándose que le había descargado bien los huevos por la poca leche que me tiraban en este último polvo. El viejo me volvió a colocar en la otra máquina ya que él me quería coger así, pero le pedí que no continuara ya que me ardían mis agujeros. Pero el viejo no me perdonó me entro por la boca, mientras con sus manos acomodaba uno de los ponys que increíblemente seguía con la verga tiesa. Lo acomodó para que me sacudiera de nuevo mientras él seguía cogiéndome la boca y ...

... pellizcando mis pezones. Mi potro encontró mi orto para penetrarlo, introduciendo todo su rabo y quedándose quieto, pareciera que ya no le daban las energías para las embestidas. A cambio me maltrataba mordiendo y tironeando mi cabello.
El viejo me llevo a mi casa, preparo la tina de baño y me introduje ahí para recuperar mi cuerpo que se sentía machacado a vergasos. Luego de eso me dormí como 10 hs para poder recuperarme de tan maravillosa experiencia. A la mañana siguiente caminaba a penas por lo irritado de mis agujeros, por lo que le esquivé al veterano y mis perros que buscaban de tomarme.
Ya era domingo, mi veterano amante debía regresar a su casa, pero quería cobrarse los favores realizados. Ya en el desayuno se encargó de tomar su pastilla azul, así que no se demoró en hacerme comer verga temprano. Empezó a comerme la concha en la misma cocina, esperando que su verga se ponga super firme. Una vez lista me empezó a clavar la concha como un desesperado, siempre queriendo preñarme. Y yo que me prendía en el juego llenándole la cabeza pidiéndole hijos.
Una experiencia memorable, aunque bastante agotadora. Los equipos cumplieron perfectamente su función, todo se sintió mejor. Excelente ángulo de penetración, más profundidad sin dolor y embestidas fuertes sin dañarte. Al haber cogido con varios animales y en muchas ocasiones, mis agujeros demoraron en recuperarse, pero realmente valió la pena.
Ahora comienza la práctica y aprendizaje para manejarme sola con el equipo y ...