Las nalgas de la tía Carmen (casualidades que se disfrutan 4) - Relatos Eróticos

Las nalgas de la tía Carmen (casualidades que se disfrutan 4)

... predomina para ocultar lo calientes que son estas dos hembras, pues me motive a seguir satisfaciendo a tan tremendas mujeres!!.
Luego de sacarle unos orgasmos en el piso a la tía Carmen , la puse recargada en la pared para ver sus nalgas grandes y de piel blanca y visiblemente excitada respingó con un brinco cuando metí mi lengua entre esas dos tremendas montañas de carne cuando con ambas manso las separé.
Para luego meter de un solo golpe mi verga y seguir bombeando hasta que gritó en un orgasmo.
Solo unos minutos descansamos para pasar al baño del local a enjuagarnos y arreglar nuestras ropas.
Abrimos la ventila porque el olor de la panocha de la tía Carmen impregnó todo el lugar.
Le realice el trabajo y durante ese lapso me la cogía cada que le pedía abonar el trabajo.
La señora Rosa estaba enterada de lo sucedido, me lo dijo ella misma después de cogérmela en uno de las habituales encuentros que tuve con ella.
Un tanto sorprendido por lo que dijo no supe que hacer o decir.
Rosa rompió el silencio cuando sonriendo me dijo:
-Ay Juanito!!... no podía hacer otra cosa!!- y sonriendo empezó a mamar mi verga flácida -
-además ¿Quién crees que me servía de alcahueta cada que me veías para cogerme?
Continuo chupando con su maestría bucal para ponerme firmes de nuevo .
La señora Rosa se puso en cuatro y me la cogí de perrito.
mientras gritaba de placer me puse a analizar las cosas, no cabe duda que tuve suerte!!
Me cogí a tres hembras que pertenecan a la misma familia (Rosa , su hija y la tía Carmen)
además de que me cogía a la tía me pagó un trabajo que le realice y quedó contenta con ambos trabajitos.
Y Rosa seguía muy contenta y satisfecha con las cogidas que le daba.