Alura (Mis amigos del gym) - Relatos Eróticos

Alura (Mis amigos del gym)

... urgaba en mi culo, rebotaba su cara con mis nalgas, mientras Ramiro metía su lengua en mi raja y lamía de arriba a bajo, uff yo me sentía en el cielo, que rica comida de culo y papaya me estaban dando, me sentía tan caliente como si me hubiera enfermado de temperatura, después de un tiempo de tenerme mis novios en esa posición no me pude contener y me estaba viniendo por primera vez, ohh sí que rico papis, sí, yiah, yiah, yiah oaaaghh, ummm, sólo me mordía el labio inferior de tal placer que me estaban dando. Luego de recuperarme, yo no quería quedarme atrás y quería compensar el placer que me acabanan de dar, así que les pedí que cambiaramos de posición que se levantaran y yo me puse en cunclillas y les bajé a los dos sus pantalones, sólo pude ver como se liberaban esos dos trozos de carne como si estuvieran impulsados por un resorte después de bajarles sus boxers y que regalo me esperaría  ambos tenían unas vergas de buen promedio, no tan largas como la de Hakim o Julián, pero sí muy gordas, la de Jonathan era ligeramente más larga que la de Ramiro, pero la de Ramiro ganaba en grosor, además de que resaltaban  mucho sus venas lo que hacía que aparentara ser más gorda, entonces no perdí  tiempo y empecé a mamarselas, primero a Ramiro se la empecé a mamar desde la base sin tocarla con las manos y me golpeaba la cara, que rico era sentir esa verga y meneaba mi cara para sentir esa verga pasearse sobre mi cara, luego hice lo mismo con la verga de Jonathan, la mamaba desde ...

... el glande hasta la base de sus huevos, para mi ya no era difícil mamar ese tamaño de vergas después de haber mamados vergas tan grandes y gordas como las de mis anteriores amantes, luego hice lo mismo con la verga de Ramiro, entonces empecé a intercalar entre una y otra hasta que en un momento  las agarré a las dos me las acerqúe y empecé a mamarlas las dos al mismo tiempo.  Uff, pero que tremenda puta, decía Ramiro, y Jonathan agregaba, sí ya veo, por eso no le ha de dar el kilo su esposo. Era increíble poder alojar dos vergas de buen calibre en mi boca, y la cantidad de saliva y líquido preseminal de mis dos novios, aquello ya era una de esas escenas que había visto de escenas porno de tríos en internet, pero yo quería hacer que disfrutaran tanto, quería complacerlos, las palabras soeces me calentaban y yo les decía, sí soy una puta que necesita dos vergas para sentirme satisfecha, mi marido no puede complacerme, por eso necesito de dos verdaderos machos para bajarme esta calentura de perra en brama que tengo, les mamaba la verga, las bolas e intercalaba de tranca, luego me comía ambos huevos de cada uno de mis dos novios ocasionales, hasta que después de un tiempo me llevaron al sillón y mientras le mamaba la verga a Ramiro, Jonathan era ahora quien me comía la papaya, ufff que rico placer me estaban dando, entonces Jonathan me empezó a meter los dedos en la vagina, primero el medio, luego incorporó el índice, luego el anular y finalmente el meñique y empezó a cogerme ...