Alicia debutó con Javier y luego me atendió a mi
Fecha: 07/04/2024,
Categorías:
Infidelidad
Tus Relatos
Autor: Juan L, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Me senté en el sillón, encendí un cigarro y llené mi copa de cabernet mientras miraba cómo Javier apretaba a mi mujer contra su cuerpo. Ambos bailaban un lento de Billy Joel como si fueran pendejos de dieciocho años. Mi excitación fue en aumento cuando vi las manos de Javier entrar debajo del top de Alicia y masajear sus lolas. Alicia me miró fijo, yo largaba una bocanada de humo y noté que una sonrisa se dibujó en sus labios cuando vio que yo aprobaba ese momento. Entonces, volvió su mirada a Javier, y le comió la boca de un largo beso mientras éste no paraba de tocar sus pezones. Alicia comenzó a gemir y puso sus manos debajo de la camisa de su macho, y enseguida le aflojó el cinturón. El pantalón color crudo de Javier se cayó de inmediato, me quedé mirando sus piernas musculosas, su slip negro y un bulto que no se mantendría guardado mucho tiempo. Me detuve en su cola a medida que se movía y enseguida me di cuenta de que, a medida que bailaban Alicia me miraba y sonreía mientras mis ojos recorrían el cuerpo de Javier. Me estaba calentando ver a ese tipo. Minutos más tarde mi mujer estaba en bolas, y con voz firme Alicia me miró y dijo “nosotros nos vamos al cuarto… Gordo vos estás invitado…si queres ver más… Se lo llevó de la mano y mientras yo miraba el culo de ese macho, Alicia me clavó la vista y antes de desaparecer en el pasillo, me tiró un besito.
Pasaron unos minutos y mi calentura era total mientras escuchaba por momentos los gemidos de mi mujer. No entendía si ...
... me calentaba el macho o la escena que parecía un película de alto voltaje. Sin duda el alcohol me estaba afectando, pensé. Sin embargo, me quedé sentado, fumando y saboreando ese exquisito cabernet.
Luego de unos minutos no aguanté más oír cómo gemía mi mujer y empecé a pajearme. Mi mente estaba con ellos pero mi cuerpo estaba ahí, imaginando lo que pasaba. Entonces me levanté, dejé el cigarro, terminé mi copa de vino y fui hacia nuestro dormitorio.
La escena era perfecta. Alicia en cuatro entregando su culo a a la pija sin forro de Javier. Éste entraba y salía con fuerza, con sus manos yendo de la cintura de mi mujer hacia sus lolas, y en cada penetración Alicia le pedía más. Me quedé parado mientras mi mano no paraba de pajearme. Javier me vio y me guiñó un ojo, mientras le dio una palmada a las nalgas de mi mujer. Alicia miró como me pajeaba. El gesto de su rostro me indicaba que no podía creer lo que estaba viendo, y me hizo señas que me acercara. Me arrimé y nos besamos, ella me dijo “gracias gordo…” Empecé a acariciar su espalda, pero la mano de Javier me frenó y me dijo “está conmigo, sentarte y mira…” Yo me quedé helado, pero le hice caso. Luego le pidió a Alicia que se diera vuelta y la montó con su pija bien dura. Mi mujer abrazó con sus piernas su cintura mientras recibía una cogida perfecta. Alicia acariciaba sus hombros y de ratos empujaba las nalgas de Javier, hasta sentir una total penetración. Mi mano aceleró la paja y minutos más tarde un chorro de semen ...