Mi esposa se tuvo que dejar follar por dos compañeros de trabajo, para que guardaran el secreto de que se follaba a otro compañero de trabajo .Cap. 1 - Relatos Eróticos

Mi esposa se tuvo que dejar follar por dos compañeros de trabajo, para que guardaran el secreto de que se follaba a otro compañero de trabajo .Cap. 1

... hacer que me arrodille, ambos metieron su pija en mi boca cogiéndola lentamente, mi lengua no daba a vasto para saborear esas dos enormes pijas.
       No quería perder más tiempo, quería coger ya, así que me acosté y abrí las piernas, no dije nada solo espere que alguno me coja, el primero en poseerme fue el invitado, Walter me la puso en la boca, después de un rato así, Gabriel salió y Walter ocupó su lugar en mi vagina y Gabriel en mi boca, haciéndome saborear mis propios fluidos, los pijasos de Walter hicieron que me corra la vez número .. ??, no sé cuantas veces había ya acabado, la saco se acostó a mi lado y me dijo montame, Gabriel salió de mi boca, me senté sobre la pija y me deje caer  hasta sentarme sobre los testículos, me abrazo y me trajo contra su pecho, quede arrodillada, penetrada y acostada sobre él, Gabriel se puso atrás, me empezó a chupar el ano, sentí que me ponía gel, o crema no vi, le dije:

-Graciela: ¿Yo te dije que me podías usar el culo?

-Gabriel: Amor, hace tres horas que estamos cogiendo ¿De enserio, tengo que pedir 
                  permiso?

¡No esperó mi respuesta!, junto a su última silaba, sentí el dedo entrando en mi culo

-Graciela: ¡Ya que insistís, hacedlo, no sea cosa que tengas que tirar leche pensando en mi culo! 

Tras mis palabras sentí un segundo dedo dentro mío, ya estaba demasiado excitada y no aguantaba más, pensé que solo serían los dedos, no lo que sería la primer doble penetración de mi vida, Gabriel saco los ...

... dedos, se untó bien su gorda verga, y empezó a abrirme el ano, mientras la verga de Walter llegaba hasta el útero en cada embestida, mi culo se estaba abriendo bien a medida que entraba, ya lo tenía bien usado entre vos y Walter, no lo podía creer, mi primer trío, y encima mi primer doble penetración, cuando la puso entera, empezó a bombear, en cuanto sincronizaron el movimiento, fue un placer supremo, éxtasis,  acabe un par de veces antes que me llenaran de semen y se vaciarán dentro mío, literal, porque no habían usado preservativos, en la cabina si, para no ensuciar el asiento o la cucheta. 
 Nos quedamos acostados los tres, uno a cada lado mío, charlamos, nos reímos de lo loco, de lo que hicimos, les dije

Graciela: Chicos ya es hora que me lleven 

Gabriel: Ya arrugaste, pensé que aguantabas más

Graciela: Cariño, me dieron como diez veces, acabe 12/15 veces, que sé yo cuantas, te parece que, ¡ No tuve aguante!.  

Walter: Le diste el culo a mi hermano, y ¿Te vas a ir sin dárselo a tu amorcito?

Graciela: Lo siento, pero tendrás que esperar hasta la próxima, al invitado tenía que darle un 
               trato especial. ¡¡Llevame a casa!!

 No me dejaron seguir hablando, Walter me metió la lengua hasta la garganta, y Gabriel se prendió a mis tetas, y entre los dos me manoseaban la vagina, luego sentí dos dedos adentro, uno entrando de cada costado, empecé a exclamar el placer que sentía, jadeaba, gemía, estaba hecha una caldera, Gabriel me hizo poner en ...