1. LA NENA TAMBIÉN QUIERE ESTUDIAR


    Fecha: 18/04/2024, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... pantaloncito futbolero. Cuando estoy al palo, y la pija saliendo por una de las anchas piernas…, Ofelia va hacia ella. ¡Su boca es el cofre ideal para el placer de la carne! Acaricio su cabello mientras me pajea con los labios y la lengua. 
    -Amor… ¿no te parece que el día fue bastante útil con todas las cositas que hicimos…?
    -Si papi…, pero vos sabes…, siempre quiero un poquito más…
    -Sí, seguro, pero es el momento de aprovechar la noche… para dormir…
    	La besé, la hice girar, nos colocamos para una cucharita… y a dormir…
    
    Las consecuencias son previstas. Cuando a eso de las tres de la madrugada me desperté, besé a Ofelia en el rostro. No despertó, pero si cuando, luego de pasar por el cuello y las orejas, apreté uno de sus pezones con mis labios, de alguna manera, algo parecido a lo que hago con su clítoris. 
    La hermosa criatura entreabrió los ojos, se colocó de espaldas y separó las piernas. Es lo previsto, sin demasiado antecedentes, dado que hace solamente tres noches que estamos en mi casa, en la capital. 
    Bajando por su vientre, llegué al monte de venus y a los labios mayores. Los besé totalmente, los lamí, los chupé. E introduje la lengua. Lo que estaba levemente húmedo cuando llegué al corazón sexual de Ofelia, ya había recibido los estímulos de mi boca y la humedad se hizo generalizada. 
    Ahora sí, fui al clítoris y lamí y sorbí entre mis labios. Los gemidos de la nena me invitaron a penetrar en el paradisiaco túnel del placer. Ofelia me abrazó la cintura ...
    ... con sus piernas, mientras penetraba lentamente en la palpitante conchita. Llegué al cuello uterino. Ofelia empujó con sus caderas hacia arriba. Acompañé el gesto y acentué la penetración. El ritmo se hizo uno, hacia arriba, hacia abajo. Mis labios fueron de sus pezones, a sus ojos, a su cuello. Me detuve en sus labios y la lengua se volvió arma sexual. 
    El orgasmo sería mutuo. 
    -¡Síííí! ¡Asííí! – Ofelia gritó como si fuera su última vez. 
    Las palpitaciones y estremecimientos fueron múltiples.
    Nuevamente nos quedamos recuperándonos de la actividad sexual. Nos abrazamos, como siempre, mientras nuestras manos acariciaban la piel de ambos. Amor y ternura seguían vivas.  
    
    -¿Sabés papito? Tanto la profe como Jenny me parecieron muy simpáticas y de muy buena onda. Nos comentó que le parecía bien que vos – “mi tío” -, nos preparara para las materias técnicas. ¡Macanuda! ¡Y muy linda! ¡Jajaja! Cuando la vi, lo primero que pensé es que vos te la cogerías con gusto…, ¡jajaja!
    -Estás loca. ¿Te crees que solamente pienso en coger a cualquier mujer que ande por allí?
    -Ajaaa…, sííí. ¿No pensaste en eso cuando me conociste y me miraste el culito cuando me subí en la escalera? ¿Eh? ¡Eso pensaste, degeneradito, en metérmela! 
    -¿Quién me llevó a la casa de la señora Clotilde y se acostó para enseñarme que hacía la buena señora con las nenas? ¿Eh, quien fue?
    -¿Y quién me levantó la pollera para chuparme la conchita y hacer que me hiciera pis? ¡Jajaja! ¿Quién fue, eh?
    -¡Jajaja! Bueno, ...
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