LA NENA TAMBIÉN QUIERE ESTUDIAR - Relatos Eróticos

LA NENA TAMBIÉN QUIERE ESTUDIAR

... casi, casi, es así. Pero ahora la profe estará para prepararlas para los exámenes. Sin pérdida de tiempo. Nada de sexo…
-¡Jajaja! Y para colmo… Jenny también es muy linda, está muy buena, muy desarrollada, hasta tiene tetitas más grandes que yo, como a vos te gustan…
-No tenés tetas todavía…, pero me gustás un montón… ¡Unas buenas tetas no lo es todo! ¡Tú ternura, tu dulzura…, ese amor que entregás…! ¡Cómo te abrís de piernas para recibirme! ¡Cómo separar tus glúteos para ofrecerme ese maravilloso culito! ¡Cómo me acariciás el glande con tu lengüita! ¡Sos única!
-¡Jajaja! ¡Te ofrezco mi conchita y mi culito de nena porque sé que te gustan!
-¡Me enloquecen! Pero no me voy a coger a una nena más chiquita… 
-¿A no? ¿Y las que desvirgaste? 
-Me lo pidieron las madres. No fue idea mía. Sin la solicitud de las madres no lo hubiera hecho…
-Pero…, de cualquier manera, ahora o más tarde, te las cogerías a las dos…
-¿Qué sabés? No las conozco…
-Pero las conozco yo, y sé muy bien lo que te gusta… Vas a ver. Cuando las conozcas me lo vas a confirmar…, a menos que me mientas, ¡jajaja!
	Como siempre, mientras hablamos nos acariciamos, nos besamos, mis dedos en su conchita, su manita en mi pija… ¡todo agradable!
-¿Dormimos un poquito, mi amor? – Yo no daba más.
-Si papi, pero cuando te despiertes me tenés que hacer el hoyito…, y darme la lechita para beber… ¡Quiero el mejor desayuno! – Ofelia me besa y me acaricia, remarcando que “objeto” de mi cuerpo quiere adentro.
Nos ...

... acomodamos para dormir…, una linda cucharita…

Es así, Ofelia no deja nada atrás. Nos mandamos un delicioso polvo cuando despertamos, penetrando sus orificios…, y dándole lo que quería: a la hermosura le encanta mostrarme se lengüita cubierta de semen… ¡el mejor desayuno!
Nos bañamos, vestimos y cada uno en lo suyo. Como no quiero que se quede sola mucho tiempo, le pedí a Enriqueta que la recibiera, lo que hizo sin problemas. Yo fui a una de las consultoras para las que trabajo. Regresé para almorzar, y llevé comida a lo de Queta. Es la manera de evitar “la siestita…”
Todo sin problemas. 
Al atardecer, Peggy fue a lo de su tía, y lo mismo hizo la profesora. 
Habíamos quedado así: lunes, miércoles y viernes, la profe. Martes y jueves…, yo. Como habían empezado ayer, martes, hoy volvieron. 
-Dani, sí. Tenés que venir a conocerlas, no te la podés perder… - Ofelia insiste en que la profe está a punto para mí.
-¿Por qué?
-Hoy me preguntó por “mi tío”. ¡Está interesada! – Ofelia está más interesada que yo en la profesora. - Creo que habló con Queta.
-¿Qué habló?
-Lo que sos, como nos tratás…, suave, cariñoso, amoroso…, esas cosas…
-Está bien, el viernes voy. – Mi idea es empezar con las clases el próximo martes, así que ese viernes, a eso de las siete de la tarde fui.
Efectivamente, tal como me había dicho Ofelia, ambas, nena y profesora, estaban rebuenísimas, eran preciosas…
La nena, que estaba con un diminuto pantaloncito de denim de jean que no llegaba a cubrir ...