1. Días previos a su boda (Primera parte)


    Fecha: 22/11/2018, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Arandi, Fuente: CuentoRelatos

    ... contundente estocada, mi amigo sacó su largo y carnoso miembro del cuerpo de Jazmín, a quien ayudó a incorporarse.
    
    Supuse que el haber estado en aquella posición, durante todo ese tiempo, la había dejado engarrotada pues, al ponerse en pie, Jazmín se dio un estirón desentumecedor, al mismo tiempo que expulsó una especie de gemido bastante sensual.
    
    Lamentablemente, en tal movimiento, casi me pilla, ya que miró hacia arriba, pero me guarecí a tiempo.
    
    Aún sin volverme a asomar los oí charlar detrás del muro.
    
    —“Jijo”, ni mi novio me da tanta batalla —decía ella.
    
    —Pues cuando tú quieras corazón. Ya sabes, estoy a tus órdenes —le dijo Roberto por respuesta.
    
    —No lo creo, dentro de unos días me caso. Voy a ser una mujer felizmente casada —comentó Jazmín con regodeo.
    
    —¿Y eso qué? No importa. Casada o soltera. Da igual, yo te cumplo.
    
    Ella rió en respuesta.
    
    Cuando me atreví a asomarme de nuevo, Roberto sostenía con ambas manos las pantaletas de mi amiga, a quien caballerosamente ayudaba a colocárselas. Ella introdujo primero uno y luego otro pie en dicha prenda y él la subió cuidadosamente hasta acomodársela. En agradecimiento, Jazmín le dio un tierno beso al mismo tiempo que una de sus manos se topó con el miembro duro y erecto de mi amigo. Al notar que seguía tan firme como al principio, ella froto aquel pedazo de carne.
    
    —Oye, sigues pero si enterito. ¿A poco te vas a quedar así? —le preguntó Jazmín.
    
    Roberto, le acarició el rostro y respondió:
    
    —Si ...
    ... quieres me vengo aquí, en tu hermosa carita.
    
    Jazmín se sonrojó por el halago y bajó la mirada un poco chiveada.
    
    —No, qué tal si cuando salgamos él se da cuenta.
    
    —¿Por qué?
    
    —Ay, porque quedaría oliendo —le dijo Jazmín como señalando lo obvio.
    
    —¿A qué quedarías oliendo? —preguntó Roberto maliciosamente.
    
    — Pues a qué va a ser, a tu semen —le dijo ella con las mejillas más rojas que un tomate.
    
    Roberto rio.
    
    —No te preocupes. ¿Qué te parece si me vengo en tu linda boquita y así te llevas un recuerdo mío?
    
    Jazmín ya no se hizo del rogar. Lo besó en señal de asentimiento y se dispuso a hincarse para estar a la altura del enorme miembro de mi amigo. Pero antes, Roberto colocó una pequeña colchoneta para que ella no se lastimara las rodillas.
    
    Roberto se quitó el condón que, hasta ese momento, había cubierto estrechamente su pene cual embutido.
    
    Acercó su miembro a los labios de Jazmín y ésta lo chupó y masturbó hasta conseguir el clímax. Eyaculó tanto que parte del líquido se le escapaba por las comisuras de los labios a mi ex compañera. Con total malicia, Roberto apretó las fosas nasales de Jazmín no dejándole respirar por lo que ésta tuvo que tragarse los espermas de mi amigo. Aquella le reclamó tal acción pero Roberto se limitó a reír. Pese a tal burla Jazmín no parecía enojada, muy por el contrario, salió abrazada de uno de sus macizos brazos como si fueran una pareja de amorosos novios.
    
    Cuando los vi irse también salí. Pero pese a mis esfuerzos ...
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