Primera Experiencia Tardía - Relatos Eróticos

Primera Experiencia Tardía

... compañero. El viento soplaba a su espalda moviéndole el pelo hacia la cara. Entonces se volteó de frente al amigo dejando ver su coño claramente. Así estuvo un minuto largo sin vestirse, solo acomodando el pelo y mostrando su coño mejor, y el hombre admirando la vista que hasta le hizo un gesto cómplice. Ella se puso la falda sin nada como había ido y él un pantalón de lino sin nada. Meter en el pantalón tantos centímetros de polla no era fácil, y de paso era muy gruesa. Los tres ya sabíamos qué ropa había. Le pregunté si estaba excitada y me dijo que si, que era un juego emocionante ir a tomar algo así, con un hombre tan llamativo y con una polla de esa magnitud. Le miré con cara contrariada. No me gustó que siendo tan seria y profesional tuviera ese entusiasmo. 
Nos sentamos en una mesa de afuera del chiringuito y hablábamos del trabajo y otros temas. Él se levantó a buscar unas bebidas y la noté respirando aceleradamente, le pregunté qué quería hacer, que yo no me cabrearía, y me dijo, que no quería que esto nos afectara la relación, pero deseaba excitarlo y ver esa enorme polla parada, para lo que quizás tendría que verle el coño a ella. Sentía una curiosidad morbosa. Le dije que se lo mostrara, entonces se levantó disimuladamente e hizo dos dobleces grandes en la cintura de la falda que recogieron como 6 cm de falda hacia arriba y se sentó. Me pidió que mirara debajo de la mesa si estaba bien, y era imposible no vérselo a detalle. Le dije si, se ve perfectamente. ...

... 
Él regresó y puso las bebidas en la mesa, pero los nervios aumentaron para los tres. Ella estaba de frente a él con las piernas cruzadas y cambiaba el cruce regularmente con intervalos para que se viera su vagina abierta y mojada. El efecto se empezó a notar en la cara de él y en la de ella. Evidentemente ambos se acariciaban debajo de la mesa pero de modo disimulado por mi. 
Al ser mi turno de buscar bebidas pude ver la mano de él dentro de su falda y ella le tocaba rítmicamente la polla. Cuando volví a la mesa la respiración dificultosa era de los dos. Para colmo de males me llamaron por una emergencia de trabajo y debía irme. Le dije que si nos marchábamos pero ella me dijo que se quedaba un poco más, y él dijo que la llevaba. Nos veíamos en Barcelona en algún lugar para yo no tener que volver, y así me fui, preocupado. 
Luego ella me contó todo. Estuvieron allí como un par de horas y ya se hacía de noche. Él le propuso jugar a ser pareja unas horas, un juego sensual y emocionante, y yo no podía creer que aceptó. Mi mujer, una mujer de familia, seria y muy correcta. Le dijo que quería satisfacer sus más íntimas fantasías. Todas, pero él también tenía una. Una madura caliente dispuesta a mostrar muchas cosas, pero que la recompensaría. 
Se fueron andando a su coche y su falda al estar recogida estaba muy arriba y se le veía el naciente del culo. Él le llevaba una mano encima de las nalgas y tenía que llevar algo para tapar su enorme bulto. 
Al sentarse ella en el coche ...