Sorpresas te da la vida
Fecha: 23/11/2018,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos
... eran, escusas y tontas las más de ellas, aunque ella entonces así no lo viera, creyéndose lo que el “pavo” le argüía cual si fuera el Evangelio. ¿En qué acabó aquello tras de años y años de noviazgo, seis, siete, lo menos... Pues como tantos y tantos acabaron ayer, acaban hoy y acabarán mañana, en paráfrasis de pasado, presente y futuro… Vamos, que esa relación que Marina creía a pies juntillas que sólo eran dos, ella y su amado “detalle”, resultó que, más bien, eran tres, Marina, su “detalle” y el “detalle” de su “detalle”, que “cachinla” con tanto “detalle”. Lo malo fue el sofocón que Marina se llevó al descubrirse el “pastel”, pues, como siempre, sucedió que la “traidora” o tercera en discordia, era, ni más ni menos, que una amiga suya ”de toda la vida” y, para completar ya el mosaico de dolor de la “probe”, el “pastel” se hozo público, “Urbi et Orbe”, cuando la interfecta, “traidora” o “tercera en discordia”, dio la campanada mostrando un “bombo” por barriga que ni el del sorteo de la Lotería de Navidad; pero es que la befa y ludibrio vino cuando la “barrigona” acusó al “detalle” de Marina de ser el ”fautor” del desafuero … Total, que la “traidora” y su portentosa barriga se quedaron con “er chorbo” y la “probe” Marina, compuesta, sin novio y con la “espada de Damocles del dichoso “Poyetón”, cernida sobre ella, pues para entonces, la cuitada, andaba por sus veinte y ni se sabe ya los años, si es que no estaba ya en los treinta o casi
Aunque yo, sin una sola y ...
... pugneteira historia para no dormir en mi haber, tuve que contentarme con hacer de plañidero, o paño de lágrimas a mi circunstancial compañera de aquella noche en tierra ajena aunque, a decir verdad, no llegó, ni mucho menos, la sangre al río en las lamentaciones de la chica, pues resulta que, realmente, de buena se libró al “birlarle” la “amiga” el novio, pues éste, como ya se le veía llegar y venir, resultó ser un golfo redomado que a la “amiga” la trajo toda la vida por la calle de la amargura, eso sí, llenándola de hijos, pero trayéndola al pairo de posibles con que mantener tal prole, pues muy aplicado a trabajar, la verdad es que no era, pero aficionado a timbas y “titis” más o menos fáciles, un rato largo, con lo que en casa, las más de las veces, de los días, llegaba con las manos vacías, sin un duro, pero queriendo que su santa le diera de comer… En fin, que como la misma Marina me dijo aquella tarde-noche de confidencias más de una vez y más de dos: Que de buena se libró cuando la “amiga” le “choró” el novio.
Así, en esa, digamos, “entente cordiale” (entendimiento cordial) entre Marina y yo se me fue, se nos fue, el final, finalísimo, de aquella tarde y las muy primigenias horas de la incipiente noche de ese día, sin enterarnos, casi sin darnos cuenta. Fue ella, Marina, quien rompió esa especie de hechizo que por unas horas, casi dos, nos envolvió en un ambiente de ensueño y ensoñaciones más que amables…más que gratas, al hacerme ver que era ya demasiado tarde para seguir ...