1. Y fui profesional: Mi graduación de puta


    Fecha: 23/11/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Elzita Zorrita, Fuente: CuentoRelatos

    ... ambiente, me llamó a su mesa como cliente, a esa nos salimos. Como ensayo, había sido suficiente.
    
    Después de un tiempo, circulaba en la primer boite que conocimos vistiendo solo una blusita abierta y unas pantis chiquitas, cuando mi marido me dijo:
    
    —Que te parecería venir como profesional
    
    —¿Yo…?
    
    —Sí, ya sabes muy bien como es, y sabemos que es muy seguro.
    
    —Bueno… está bien… lo hago (difícil la niña)
    
    Y me acerqué al gerente, que después de oírme, me examinó y me aceptó para cualquier otro día, tendría que llegar a las 8 y esperar la clientela que acostumbraba llegar a partir de las 10.
    
    Esos días estuvimos expectantes y un poco inquietos, mas como excitados. Me preparé vistiendo un vestidito leve, fácil de quitar, una panti chiquita sencilla y zapatos.
    
    Conforme había indicado el gerente, llegamos a tiempo, mi marido se quedó en un bar cercano y entré a la boite. Poco a poco llegaron las otras putingas, sentándonos por ahí, la mayoría se conocían y platicaban. A mí me ignoraron seguramente por ser nueva.
    
    A la hora comenzaron a llegar los clientes, como de costumbre se sentaban y pedían alguna bebida. Algo más tarde algunos llamaron a alguna de las golfas. Cuando entró mi marido, esperé unos minutos y me le acerqué con la fórmula habitual.
    
    —¡Hola! ¿Solo? ¿Quieres compañía?
    
    —No gracias, al rato. Y en voz baja: ¿cómo te sientes? Si quieres salir nos vamos en seguida. ¿Quieres quedarte aquí conmigo?
    
    —No, respondió, vamos a esperar un poco, hay ...
    ... poca clientela…
    
    Con eso volví a mi lugar y vi que nadie se le acercó, era claro que no quería compañía. Algo más tarde lo vi dirigirse al baño, y poco después salió platicando animadamente con un hombre robusto. Y se fueron a sentar a la mesa del desconocido.
    
    El hombre ya tenía junta una rubia oxigenada, pero le dijo a mi marido que quería otra, que a esa ya se la había cachado. Mi marido, le respondió, vamos a llamar otra, yo me culeo a ésta, y dirigiéndose a un mesero le pidió que me llamara (tráeme aquella bajita del vestido blanco), yo estaba distraída cuando el mesero me dijo; te llaman de aquella mesa. Fui de inmediato, mi marido ya estaba con la güera junto acariciándola, lo que significaba que debería de ir con el otro.
    
    No dudé y me senté junto con el saludo de costumbre, sin dudar, el cabrón comenzó a manosearme, poco después ya no tenía el vestido y me chupaba los pezones.
    
    Vi que mi marido se estaba cogiendo a la rubia. Y poco después mi cliente me sentó, poniéndome el garrote en la boca, lo mamé obedientemente. Era una muy buena reata, grande y gruesa, que supe meterme casi hasta el fondo.
    
    Después me quité los pantis e inclinada sobre el banco me metió la chaira por el coño, hasta el fondo, como era gruesa me hizo venirme. Antes de completar, se sentó y me echo otro polvo sentada sobre él. Estaba siendo una muy buena piruja chupa pijas. Descansamos un poco.
    
    Éramos el centro de atención de todo el putero, tanto las busconas como otros clientes estaban ...