1. El chico de la verga gruesa


    Fecha: 28/06/2024, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Rafael, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Era un sábado más en la Alameda del D.F. Yo andaba buscando algo de aventura. A un momento pasó junto a mí un muchachito de unos 16 o 17 años. Vestía un jeans y una sudadera. A veces, creo, intuimos cuando un chico es gay, pero más si este anda de jeans apretados, y más si se le marca el bulto... ahí, en la entrepierna, algo de considerable tamaño. Y tú comienzas a notar que eso que cuelga ahí, está bastante grueso y llamativo, aún dormido... De inmediato caminé tras él, le di alcance y le pregunté la hora. "4 y media", me dijo. Seguí preguntándole cosas hasta que se sentó en una banca. Yo hice lo mismo y seguí platicándole cualquier cosa, hasta que le pregunté si tenía novia. Él esquivó la pregunta pero me respondió que si en caso de que fuera gay que le diría yo...
    
    Así comenzamos a hablar de sexo hasta que le pregunté si le gustaría estar en un lugar a solas conmigo. El muchachito lo dudó, pero después de un rato de plática aceptó. Nos dirigimos a un hotel cercano que yo conocía. Rumbo al hotel yo lo observaba : era atlético, delgado, blanco, tenía una cara linda de fines facciones. No era alto, debería medir 1,65 más o menos. Su plática era amena. Para nada en ese muchachito parecía amanerado, al contrario me impactaron sus gestos varoniles. Entrando en la habitación del hotel él intentó prender el televisor. "Vamos a ver si hay un canal porno !", me dijo. Mientras manejaba el control remoto meto inmediatamente mi mano en sus jeans, y lo bajo un poquito. Wao ! no ...
    ... llevaba trusa... Su traserito, firme, blanco, saltó a la vista. El muchachito tenía nalgas deliciosas, redondas, dos globos firmes, inmaculados. Le quité los tenis y la sudadera, quedando su pecho lampiño y varonil frente a mi.
    
    Comencé con mi boca a recorrer su torso, chupando sus tetillas. Él gemía pero me dejaba hacer. Animado por su docilidad quité en su totalidad los jeans. Wao ! ahí estaba frente a mi el cuerpo de un chico bello y en pleno crecimiento, totalmente a merced mía. Observé su verga, era de por lo menos unos 17 cm, en reposo, de un considerable grosor, ensanchándose un poco al terminar el glande, lo cual la hacía verse temible, aun el color rosado de la cabecita lo hacía parecerse a una fruta. Una mata de vellos castaños adornaba ese verga palpitante y por el momento morcillona. Sus testículos mas oscuritos, como bronceados, colgaban. Parecían dos albaricoques maduros. Nada de vello en esos genitales.
    
    Sin pensarlo más comencé a besar su pecho, chupando otra vez sus tetillas morenas y erguidas. Empecé a bajar a su vientre, llegué a su ombligo. Con una mano el muchachito me hizo que bajara hasta su pija. Me la llevé a la boca, introduciendo una mitad de su tronco y empecé a mamarla por unos minutos. Me gustaba la delgadez de la piel de su miembro. Sentía bajo la piel la dureza del pene que ahora se había endurecido al máximo. Su miembro ahora estaba mucho más largo, debía medir unos 20 o 21 cm. También su diámetro parecía mucho más ancho en mi boca. Creo que no ...
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