1. Mi primera vez siendo una jovencita de 18 años


    Fecha: 06/08/2017, Categorías: Confesiones Autor: Memoriasdeunage, Fuente: CuentoRelatos

    ... que ponía su nombre.
    
    Yo llevaba una camiseta de tirantes color rojo vino y el escote era perfecto para que él con una mano bajara la camiseta junto con el sujetador y acariciara mis senos. Pero fue despacio, primero posó una mano encima de un pecho y lo fue frotando mientras su lengua estaba en mi boca con la mía. Él ya estaba excitado, lo notaba, pero yo no tanto hasta cuando trazó ese camino desde mi cuello hasta abajo donde apartó ahora la tela y el sujetador para insertar en su boca algo pequeño de un color miel. Eso elevó mi nivel de excitación, me retorcía de placer mientras los chupaba. Me quitó la parte de arriba totalmente y ya estábamos los dos semidesnudos. Notaba en él un bulto entre sus pantalones, él ya estaba listo y seguía. Me tocaba ahora por encima de los vaqueros por la entrepierna mientras seguía besando y chupando mis senos. Yo ya estaba húmeda por dentro y mi clítoris al ser rozado por encima de la ropa por una mano, hacía que me excitara más. De fuera, su mano se introdujo por dentro de mis vaqueros y ropa interior y fue en ese momento en el que le dije "para". Pasé en segundos del sentir y dejarme llevar al pensar. Me preguntó qué pasaba y yo le dije que no estaba segura de hacerlo y, además, le confesé que era virgen. Se quedó un rato mirándome y me preguntó si era en serio y yo se lo volví a afirmar. Yo realmente no quería hacerlo, pero argumentó que no iba a saber si me gusta si no lo probaba. Él quería desvirgarme, lo veía en sus ojos, notaba ...
    ... cómo no podía pararse a sí mismo y que tenía que seguir. Insistió tanto que cedí.
    
    Me dejé llevar, él me quitó la parte de abajo, y yo ya estaba desnuda completamente. Tapaba mi cuerpo porque era la primera vez que estaba ante un chico, desnuda. Él prosiguió a quitarse lo que llevaba puesto, estaba erecto y yo no paraba de mirárselo, él se dio cuenta de ello. Se puso el preservativo y me relajó con besos y jugando con sus dedos por mi clítoris y mi vagina. Introdujo un dedo y lo empezó a sacar y meter unas cuántas veces mientras me chupaba un pezón. Intentaba excitarme de nuevo, pero por los nervios no lo conseguía por completo. A continuación, el motivo por el que estaba nerviosa iba a penetrarme. Rompí el silencio, le dije que no estaba segura, me pidió que no pensase. Dijo que lo iba a hacer despacio, me penetró suavemente. A medida que me penetraba soltaba un gemido acompañando la entrada. Yo sentía cómo algo me atravesaba apartando mis paredes vaginales, hasta entrar hasta el fondo. El dolor tuvo un periodo corto y durante la penetración no sentía dolor tampoco, su miembro viril salía de mí y entraba suavemente. Nos mirábamos a los ojos, me preguntó si todo estaba bien y le respondí que sí. Cuando le besaba, notaba cómo sus labios fríos se frotaban con los míos, y me gustó esa sensación. Él llegaba ya al punto de culminación y tuvo un orgasmo seguido de su eyaculación dentro del preservativo. Estuvimos en la postura del misionero desde el empezar al acabar. Cuando acabó ...