Relatos eróticos10 Me vendí - Relatos Eróticos

Relatos eróticos10 Me vendí

Muy triste pasé semanas con ése gran dolor, tratando de pensar en otras cosas.
Yo me creí fuerte, pero mis lágrimas me decían lo contrario al recordar los buenos momentos qué viví con Fátima, recordar sus miradas de mujer enamorada, recordar su hermoso cuerpo mutilado pero suave y delicado pero ágil y aditivo al sexo.

También lamentaba no haberla conocido antes para haber gozado más tiempo con ella y vivir tantas cosas lindas a su lado.

Pasaron 6 semanas yéndo al cementerio, en dónde me encontraba con su hijo y a veces con la empleada, quienes me decían qué supere éste dolor y piense en mi futuro y en mi familia.

El señor me contó qué vivía feliz con su familia y qué la casa en un mes la entregaría al nuevo dueño y tenía todo ése tiempo para visitarla y la empleada me dijo qué había puesto un restaurante y qué le iba muy bien y me pidió qué vaya a trabajar con ella, diciéndole qué no es lo mío y qué yo estaba viendo un negocio con mi familia.

También con las semanas se me paraba la verga y con el recuerdo y las fotos de Fátima me la corría 4 veces por semana.

Me animé a viajar a provincia ante la llamada insistente de mi tía Betsy, quién me recibió muy contenta y después de contarle algunos por menores, me dió el pésame y dándome ánimos me dijo que allí estaba ella como lo prometió para ayudarme en lo qué fuera y al quedarnos solos por unas horas, sin pérdida de tiempo me apretó la verga diciendo qué desfogue con ella toda la leche que tenía ...

... retenida.

Calculando el tiempo nos hicimos un 69 delicioso pero corto, luego en un misionero se lo enterré de un sólo golpe, moviendonos cómo locos por 5 minutos, en qué con 4 últimas estocadas le dejé hasta mí última gota de leche caliente.

Le conté rápidamente cómo la cachaba a Fátima y de los correasos que le gustaba.

En éso mi tía se paró y calata caminó trayendo la palmeta y poniéndose en 90 grados le di 5 duros golpes en cada nalga. Con las marcas de rayitos de sangre tendiendose en la cama me pidió qué se lo meta por el culo.

Se lo metí de golpe y con un quejido comenzó a moverse y a ajustarme la verga, mientras yo se lo hundía hasta lo más profundo y después de moverme en círculos por 5 minutos le llené el culo de leche.

Nos bañamos y sentados en la mesa dándome un beso en la boca me pidió que no siga triste, qué a veces así son las cosas y qué cuando necesite mujer para desfogar piense en ella y me felicitaba por qué al parecer Fátima me había enseñado algo más, por qué ahora estoy cachando más rico, al rato vimos llegar a su esposo contándonos el resultado de su trámite. 

Luego de cenar insistieron en qué mejor viaje de día y descanse ésa noche en su casa..

Me quedé a dormir y después de acomodarme en mi cuarto, mi tía me dió las buenas noches con una chupada de verga tragándose mi leche.

Por la mañana me despedí quedando en regresar otro día y con más tiempo para conversar un poco más.


Hablé con mis padres qué en todo momento vieron mi dolor, ...