Relatos eróticos esposos cómplices cap 111 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 111

... 55 kgs de peso, él con una verga demasiado gruesa hasta para mí, que yá tenía aguantando verga por 20 años y ella con su conchita virgen.
Era todo algo increíble qué se estén cachando los dos.
Me acerqué pudiendo ver qué yá le había metido cerca de la mitad y ella en su dolor tenía las piernas bien apoyadas en su espalda de él, qué sufría tratando de seguirla rompiendo pero era una misión titánica y la hora les estaba ganando.

Ella con la cara roja y las venas de su cuello saltadas sufriendo aguantaba las embestidas del gordo panzón que estaba sudando y preocupado en perder la batalla dándole nuevamente la oportunidad a la zanahoria

Tenían más de una hora en ésa agonía pero ninguno de los dos quería desistir del intento.

A las 2 horas logró meterle toda la verga quedándose quietos descansando antes de empezar a moverse.

En éso escuchamos qué llegó mi esposo y nos llamaba, me puse nerviosa y mi hija me pidió tranquilidad.

Hija : Mamá atiendelo y dile qué me resbalé y he tomado una pastilla que me a dado sueño y qué me deje descansar. Cierra mi puerta con seguro y tranquilízate.

Así lo hice y él preocupado comió y preocupado no escuchaba lo qué yo le hablaba.

Miguel : Amor, he venido un poco más temprano por qué no hay mucho trabajo.

Yo : Amor te noto preocupado cuéntame qué te pasa ?

Miguel : Nada cariño es sólo cansancio del trabajo.

Y sin escucharme se puso a ver televisión y me imaginé qué mi hija y el gordo estarían terminando y me preocupe en saber cómo se iría el gordo.

Para mala suerte Miguel se quedó en la sala hasta las 2 de la mañana en que juntos nos fuimos a dormir cerrando antes la puerta de la calle con llave.

CONTINUARÁ