Relatos eróticos esposos cómplices cap 112 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 112

... extrañándose más de lo qué veía.

Dr : Hija, cuántos años tienes

Hija : 18 dr.

Dr : Es tú primera vez ?

Poniéndose roja ante la pregunta y la mirada del dr.

Hija : Si dr

Dr : Sra puede traerme una toalla para revisar más exhaustivamente.

Con su linterna de cabeza alumbraba la concha qué soportaba el internamiento de algunos dedos del dr.

De él no sé si me equivoco, pero de mi hija estoy segura qué estaba gozando y hasta puedo asegurar qué soltó un orgasmo.

Terminada la revisión el dr la cubrió preguntándole.

Dr : Hija, dime si con tu pareja han usado algún accesorio sexual.

Mi hija me miró, pero cómo se supone, ésa respuesta le compete a ella.

Viéndose obligada nerviosa y roja sin mirar al médico.

Hija : No dr es qué......no sé cómo decirle, es....es....muy grande dr, yo sentí qué ..... .me estaba dañando y se lo dije llorando, pero no sé detuvo.

Dr : Ustedes saben qué en el matrimonio también se considera delito forzarla y hacerlo sin su voluntad ?

Mi hija y yo pensamos independientemente qué nos estamos metiéndo en otro problema.

Hija : Dr esperamos tanto este momento qué se lo permiti a costa de mi sufrimiento, sabiendo por los consejos de mamá qué una vez qué el hombre termina su fase animal, vuelve a ser el hombre normal de siempre.

Dr : Bueno éso es cierto.

Sacó su pluma y haciendo una receta me la entregó diciendo las pastillas cada 8 horas por 3 días y la crema le unte cada 12 horas después de un aseo con agua ...

... tibia por una semana.

Dr : Hija por tu bien te recomiendo que no tengas sexo por 10 días y piénsa bien con tu esposo antes de practicar el sexo anal. 
Los espero en mi consultorio la próxima semana para darles algunas recomendaciones.

Se despidió dándole una mirada coqueta a mi hija qué roja bajó la mirada.

Hija : Mamá no pudiste traer a un médico más viejo ?

Yo : Era el único qué venía a domicilio.
Ahora tragate ésta pastilla y yo regreso me cambio y hago todas tus cosas para qué descanses y me detalles lo qué pasó anoche.

Regresé con las medicinas y después de ponerme ropa ligera le hice tragar las pastillas.

Mientras cambiaba todo para que no haya huella de ésa noche conversamos.

Yo : Ay hija me da pena verte así por nuestra culpa.
Creo qué mejor yo hubiera estado con el gordo, me hubiera hecho menos daño por ser una mujer yá realizada, en cambio tú eras virgen.

Hija : Pero mamá tú le debes fidelidad a mi papá, yo en cambió a nadie, más qué a mí misma.

Yo : Pero le diste su gusto por qué, en lugar de llevarme a la cama a mi, te llevo a ti.

Hija : Tu sabías que tenía semejante vergon. ?

Yo : No hijita, ni me lo imaginé y menos mal nunca lo acepté, si no hubiera estado cómo tú estás.

Hija: Mamá, papá no te dejo igual qué a cómo yo estoy.

Yo : Hija, me da vergüenza hablar contigo de estas cosas.

Hija : Mamá, yo si quisiera que seas mi amiga, una con quién hablar de mis cosas qué no puedo hacerlo con mis padres.

Yo : Está bien hija, ...