El esclavo maya 4: el amigo del amo - Relatos Eróticos

El esclavo maya 4: el amigo del amo

... estuvieran en ese río. 

A su llegada solo había dos adolescentes en el agua, desnudos, como todos los que entraban en el río. Los cuales al ver que llegaron estos tres, salieron y se pusieron sus ropas humildes y fueron directo a la ciudadela, tal vez por cautela ya que la crueldad de los ricos era bien conocida o por timidez. Como fuera ni wayak ni Nahil les prestaron la más mínima atención

Kinich se dispuso a servir las provisiones que traían sin embargo Nahil lo detuvo. “Por el momento no tenemos hambre. Espera a que salgamos del río” lo digo desnudándose y dejando ver su pene moreno y largo frente a él, coloco sus ropas en una piedra. Dejo una daga cerca y después se fue al río. “Tu deberás cuidar nuestras cosas” 

Wayak se volvió a kinich, tenía los ojos brillantes y una sonrisa impecable, su rostro era perfecto, su cabello muy hermoso y su voz era melodiosa “crees que me ayudarías a quitarme esto” lo dijo señalando el penacho el cual se amarraba desde unas correas en su espalda y no alcanzaba a deshacer el nudo. “Cl-Claro” dijo kinich timido por el trato tan amable que wayak le habría otorgado. Lo primero que vio fue su espalda, delgada pero con los músculos marcados, lisa y resplandeciente, hermosa tal cual. Luego él se bajó el taparrabo y dejó ver su pequeña polla lampiña. Todo su cuerpo no tenía un solo pelo

Realmente la polla de wayak no era tan pequeña, solo comparada con la de kante o Nahil podría verse así, pero era lisa casi sin venas notorias y sus ...

... testículos eran más pequeños y estaban recogidos. 

Kinich no pudo evitar verlo y se sonrojó

“No es como la de tu amo” mencionó wayak “pero ha conocido más culos que la de el” al decir esto kinich se sonrojó a un más “y pronto podría conocer el tuyo” lo mencionó mientras toco su hombro gentilmente

Kinich se sintió pasmado, se sentó nervioso, pensando tal vez que no debió quitarle el penacho al amigo de su amo, ya que ahora este quería que él fuera suyo… a Nahil le importaría? O tal vez no demasiado… cuando sería tal vez en la noche cuando todos duerman el entraría a escondidas a su cuarto y lo haría suyo, kinich anhelaba esto, quería que ese hermoso rostro y hermoso torso lo hicieran suyo. Vio como los amigos se divertían y tiraban bromas luego wayak salió directo a él todo su cuerpo resplandecía por estar mojado, era exquisito.

“Quítate eso” dijo wayak señalando el taparrabo de kinich “y ven conmigo” le dijo extendiendo la mano. Kinich volteó a ver a Nahil el cual desde el agua los observaba expectante. Le hizo una seña que lo convocó su encuentro y kinich se levantó y se quitó su taparrabo dejando su pene al descubierto que era muy similar al de wayak pero con pelo en el pubis. “Mira nada más, nada que no haya visto antes” luego observó su culo “esto si es algo nuevo, redondito y espero que apretado”. Lo tomo de la mano y lo introdujo al río, su verga se volvió diminuta y los testículos que recogieron aún más al sentir el agua fría. Llegó al encuentro de Nahil de ...