LA MADRE DE LUCIA - Relatos Eróticos

LA MADRE DE LUCIA

... ligeramente, y pillándome in fraganti me dijo si le ayudaba.

Baje la fuente y me quede con la duda de si llevaba ropa interior.

No tardé mucho en descubrirlo. En mitad de la cena y con el pretexto de ir a por una coca cola a la cocina se levanto, y la camiseta se le quedo ligeramente subida, y mire descaradamente. Llevaba un tanga blanco.

Acabamos de cenar y recogí la mesa mientras ella sentada con las piernas cruzadas encima del sofá, me dejaba ver sus muslos jamoneros, que me incitaban al sexo.

El resto de la velada siguió con normalidad, aunque yo no podía parar de pensar en el polvo que le podría echar si me dejase.

A eso de las once y media viendo un programa que trataba sobre la edad de iniciación de los jóvenes al sexo, me empezó a contar como empezó ella, y lo poco que disfruto en su matrimonio. Lo liberal que era desde su divorcio y lo tonta que había sido, palabras textuales, de no haber follado más. Que su primera felación la hizo con 36 años cuando se separó y que el único hombre que le había echo bien sexo oral, había sido un ligue de dos meses que tuvo hace un año…

La conversación unida a lo expresivo de sus gestos, me iba poniendo cada vez mas caliente, pero aguantaba el tipo.

En esto que llegó Lucia, y nos dejo a solas. No me lo pensé dos veces, le metí las manos por debajo de la falda y le baje el tanga. Empecé a sobarle y a decirle que la iba a follar. Pero ella reacciono diciendo que no, que estaba su madre y ¿que iba a decir? Que si ...

... se dormía pronto Laura, que igual se levantaba y si no hacíamos mucho ruido que lo haríamos…

Yo estaba para explotar, y aguante con paciencia despierto hasta las dos y veinte, que oí como se abría su puerta, y salía alguien al baño.

Fui hacia él e intente abrir la puerta, estaba cerrada. Desde fuera le dije:

Lucia ¿eres tú?

No contesto nadie.

déjame entrar- le susurre.

voy - me contesto una voz medio dormida que parecía la de Lucia.

Quiero follarte – le dije.

Espera en la sala – contesto.

Fui a la sala, me tumbe, me quite el bóxer, y empecé a acariciarme la polla.

Se abrió la puerta, y a oscuras fue avanzando hasta el sofá.

Al llegar me dijo "sssss" y obedecí. Se sentó en mi cara poniéndome su coño desnudo en mi boca y empezó a comerme la polla con una maestría y una ansiedad tremenda. Yo flipaba, y no paraba de comerle el coño.

A los pocos minutos sentí que estaba apunto de correrme, y le avise, a lo que me respondió con otro "sssss", y empezó entonces a hacerme una paja dando lametones de vez en cuando.

Me corrí, y solté todo lo que tenia entre su cara y el sofá. Se levanto, y se fue a la habitación.

Al día siguiente en cuanto me quede a solas con Lucia, le dije:

Ayer estuviste fenomenal, menuda corrida me pegue, hay que repetir.

Estas enfermo, vaya sueños tienes, yo ayer no me levante para nada, estaba rendida.

Allí me quedé en la cocina pensando que tenía que ser mentira, que era ella, porque yo no lo había soñado, y si no ...