1. La prueba de la amistad


    Fecha: 26/11/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ponérmela dura.
    
    ¿te piensas quedar ahí todo el rato o es que eres muy tímido? –dijo Silvia con picardía en su mirada.
    
    Yo me quité la camisa y los pantalones y los dejé caer al suelo pero antes de que hiciese lo propio con los calzoncillos Silvia saltó como una gata desde la cama de Dani a la mía y de rodillas frente a mi llevó sus manos a mi paquete.
    
    Deja, esto me gusta hacerlo a mí –dijo, y comenzó a sobarme por encima de la ropa hasta que estuve bien empalmado y mi berga sobresalía por encima del calzoncillo. Entonces ella fue bajando lentamente la tela a la vez que acercaba su cara a mi miembro. Me pareció que lo olía antes de metérselo en la boca y comenzar a chuparlo con gusto.
    
    Yo seguía mirando a Dani y ahora parecía estar realmente indignado, pues una cosa era que le jodiera el polvo y otra que el que lo fuera a echar fuese yo, y sin embargo, su mirada cambió rápidamente y entendió por fin cuáles eran los deseos de la chica. Silvia, mientras me la mamaba, había abierto tanto como había podido sus piernas para mostrar a Dani sin duda cuál era su deseo en aquel momento y Dani lo había entendido justo antes de que la ira se le hubiese desbordado y hubiese echado todo a perder. Su polla volvió a ponerse dura y de rodillas tras Silvia se la comenzó a pasar por entre las nalgas para que la chica notase cómo se iba endureciendo aquel miembro poderoso. Luego, cuando ya la tuvo totalmente dura se la introdujo de un golpe en la vagina y comenzó a penetrarla ...
    ... desde atrás como si hubiese recuperado en aquel momento la necesidad por eyacular que minutos antes había sentido, justo antes de que entrara yo en la habitación. Eso hizo que Dani no tardara en correrse, y que Silvia, para alcanzar su orgasmo, tuviese que acariciarse el clítoris con los dedos mientras yo, como en una nube, sentía que de un momento a otro iba a acabar. Y acabé, y aunque la insté para que se retirara a tiempo ella no quiso hacerlo y me permitió inundar su boca y su garganta con el espeso néctar de mi pene, y luego, cuando dejó de brotar siguió lamiéndolo golosa como si quisiera dejarlo reluciente antes de volverlo a usar.
    
    Me dejé caer en la cama junto a ella y mientras seguía jugando con mi polla en su boca yo le acariciaba y le pellizcaba los pechos. Eran dos pechos tersos y duritos, no muy grandes pero sí bien puestos. Dani yacía a nuestro lado, pero menos resentido una vez pudo descargar su leche en el interior de Silvia.
    
    Pronto volví a estar preparado. La lengua de la chica parecía milagrosa pues había conseguido que el pájaro alzara de nuevo el vuelo y casi sin que hubiese pasado tiempo alguno de descanso.
    
    Ahora vamos a follar. –dijo ella y se tumbó a mi lado para que la montase. Yo, que hasta el momento sólo había podido disfrutar del tacto de sus pechos no quería hundirme en ella sin haber probado también su sabor, y después de besarla en la boca y en el cuello bajé hasta sus pechos, y allí me detuve unos minutos y luego descubrí que Dani había ...