Roberto mi nuevo amante
Fecha: 10/09/2024,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Markos, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Después de aquella primera vez, todo se volvió más fácil. A veces Roberto me citaba en un cubículo de maestros y aprovechaba el momento para darme unas deliciosas mamadas, el siempre terminaba saboreando mi leche, cosa que a el y a mi nos encantaba.
Pero después de algunos meses comenzamos a vernos más seguidos, ni solo por placer a veces solo era platicar sobre nuestros gustos; un día me preguntó si me sentía seguro de dar el siguiente paso, yo sabía a qué se refería y recordando mis fantasías le dije que cuando el quisiera yo era materia dispuesta. Ese tarde lo espere hasta el final de la jornada y salimos juntos para dirigirnos hasta su casa. Poco antes de llegar recibió una llamada de su tío, diciéndole que le dejaría la cena hecha, que el se quedaría a dormir en casa de su hermana y que la hija también estaría ahí. Parecía que el destino había hecho su parte, ya que tendríamos su casa para nosotros dos y nuestra lujuria.
Al llegar lo primero que hicimos fue cenar algo ligero, destapó una botella de vino y tomamos un par de copas.
El comenzó a desabrochar su pantalón y me pidió hacer lo mismo con el mío. Nos quedamos en ropa interior, para estar más cómodos y una vez en la sala, comenzamos a manosearnos, nuestras manos se encontraban entretenidas con los atributos de cada uno. Mientras el jugaba con mi polla, yo trataba de sentir la suya. Un para de besos más y decidimos ir a su habitación. Botella en mano fuimos lo más rápido posible a su cuarto.
Una vez ahí, solo ...
... tomo un par de segundos para quedar desnudos por completo. Roberto siempre tomaba la iniciativa, pero en esta ocasión fui yo quien lo hizo, delante de el me arrodille y sin pensarlo más comencé a darle una buena mamada, recorrí cada cm de su verga gruesa, llegue hasta sus bolas las cuales metí en mi boca, para después continuar con toda esa verga, cm a cm hasta llegar a su cabeza. Metí tremendo trozo de carne en mi boca, mientras Roberto solo bufaba, sabía que le estaba gustando. Pero quería que el aguantará, me detuve no sin antes darle un besito con amor a esa verga que a estas alturas ya estaba bien erecta.
Nos pasamos al baño, para tomar una ducha. Ahí adentro recorrimos nuestros cuerpos, con caricias y besos. Nuestras manos se posaban por todos lados, Roberto aprovecho para poner una de sus manos entre mis nalgas, sus dedos rozaron la entrada a mi culo. Cosa que me generó una sensación de mucho placer, creo que el se dió cuenta porque me arqueé un poco, al instante ya tenía un dedo urgando la entrada, sentí como este se deslizó hacia mi interior y yo solo me deje llevar, aflojando todo mi culo para que el pudiera meter y sacar su dedo con facilidad. Fue tan placentero que solo gemia. Salimos y me recosté en la cama, girando para quedar con el culo hacia arriba, las manos de el, abrieron mis nalgas y su boca se poso en mi culo, fue una sensación nueva que hizo que una descarga de placer recorriera todo mi cuerpo, el aprovechaba para meter un dedo, luego sentí un poco.mas ...