Roberto mi nuevo amante - Relatos Eróticos

Roberto mi nuevo amante

... de presión, quiero imaginar que metió dos o tres dedos. Yo me sentía ya muy caliente, quería que el metiera ya su verga en mi culo, así que se lo pedí gimiendo. Sentí un líquido caer en mi culito, y de reojo alcance a ver a Roberto poniéndose  de pie, untarse algo en la verga y sin más la acercó a mi culo, recargo su peso pero a pesar de eso no pudo meterla, yo estaba que ardía por dentro, así que le pedí me untara más lubricante, 
Poniéndome en 4 y ofreciendo mi culo, me puso lo suficiente y metió un para de dedos, inmediatamente los saco y apuntando nuevamente su verga a mi culo, presionó. En un principio no quiso entrar, pero le pedi que no se retirará, mi exitacion era tal que yo empuje con todas mis fuerzas, hasta sentir que aquel pedazo de carne comenzó a penetrarme, me dolió mucho pero no iba a cesar en mi intento. Por un momento creí no la iba a aguantar, pero por fin sentí todo su cuerpo pegado a mis nalgas. Yo estaba súper caliente pero también muy adolorido, así que pedí que no se moviera. Pasaron unos segundos y poco a poco me fui acostumbrando, y el comenzó a meter y sacar su verga. Me sentía en las nubes, ...

... el dolor persistía, pero la calentura era mayor. Su verga me estaba partiendo, pero el placer era mayor. Sus movimientos se volvieron cada vez más violentos, sentía como aquella verga entraba toda y salía casi toda, yo solo gemía de placer y le pedía: 
"No pares"..
"Métela toda, soy tu perra"...
"Así papi, así"..
Un par de nalgadas y mi sensación se incremento.
"Ahhh...papi que rica verga tienes"
Todo ese momento era tan calientes, que Roberto solo bufaba. 
Hasta que sentí, como por dentro su verga se hinchaba, sabía lo que venía, así que le pedí:
"Papi avientame toda tu leche"...
"No me la saques, toda adentro"...
Sentí su descarga, era mucha leche, todo inundado.
Pero satisfecho, sentí como el retiro su verga y al voltearlo a ver, sentí como la leche salía de mi culo. Con mis manos trate de meterla adentro, pero era mucha, me la unté por todas las nalgas, era mi leche.
Roberto quedo exhausto, y yo satisfecho. Sabía que esto iba a cambiar muchas cosas en mi.
La cabeza me daba vueltas, me veía nuevamente usada por Roberto pero ahora quería ir más lejos, usando ropa sexi, algo que me hiciera sentir más zorra.