Esa ropa me volvió una zorra - Relatos Eróticos

Esa ropa me volvió una zorra

Después de haber probado la verga de Roberto en más de una ocasión, de pasar tardes y noches disfrutando mi sexualidad, disfrutando ser sodomizado, sentirme y ser tratada como una zorrita en la cama; todo termino. Nuestros caminos que se había cruzado se tuvieron que separar. Deje de ver a Roberto y solo nos escuchábamos  para platicar y recordar aquellos momentos lujuriosos. Dichos momentos los aprovechaba para darme placer con uno que otro juguete, a veces solo tener un dildo en mi culo y en ocasiones montaba uno parecido a una gran verga, este en particular sacaba toda mi calentura ya que lo podía montar como si estuviera siendo cojida por Roberto. 
Un fin de semana como cualquier otro, la calentura me atacó con todo, ni los juguetes me la quitaban, había estado tomando un poco de vino y creo que eso me hizo sentirme muy cachonda, sentía que mi culo ardía por dentro y necesitaba una verga de verdad. Así que recurrí a una página, muchos hombres la mayoría puro hablador, nada serio; y aquellos que se ofrecían por trabajo muy ocupados. Hasta que encontré a una transexual que decía ser funcional, que no importaba el rol Ella me podía atender. Después de hablar con ella y darme indicaciones, me prepare dandome un baño sin olvidar dejar todo muy limpio, sabía a lo que iba y no quería dar una mala impresión.
Cuando llegue al departamento salió Ella, vestida de manera muy sexi, portando una camisón transparente, mostrando su bello cuerpo. Su ropa la hacía ver muy femenina, un ...

... liguero negro, tanga del mismo color así como un bra que hacía juego. Pasamos a su sala me ofreció un trago y me preguntó que rol quería experimentar. 
"Creo que yo ya lo sé" ..me dijo Ella
"Pero quiero asegurarme para no hacerte sentir mal"
Entramos a su cuarto, una gran cama nos esperaba, un mueble con grandes espejos y sobre una repisa diferentes juguetes, pelucas, muchos preservativos y algunos tubos con lubricante.
Ella se quitó la bata y pude ver y sentir su piel. Me llevo directo a la cama y después de algunos besos, se paró frente a mi para mostrarme el bulto que comenzaba a crecer bajo su tanga. No lo dude y después de darle unos besos por arriba de su ropa, le permití que saliera, era una verga hermosa, no tan grande como la de Roberto, pero era real y olía deliciosa, una mezcla de perfume de mujer y sudor de hombre. Sin pensarlo más la introduje a mi boca, quería tragarla toda, la bese de arriba hacia abajo, recorrí cada centímetro de ella, su pelotas depiladas pedían mi atención, así que llegué hasta ellas besando las con mucho amor, sobandolas suavemente y regresando a besar su deliciosa verga. Llegando nuevamente a la cabeza dónde con gusto pase mi lengua y labios , haciendo que Ella disfrutará.
"Me gusta como lo haces, pareces profesional"...dijo Ella. Posando sus manos en mi cabeza y empujando con fuerza para que yo tragara toda su verga, cosa que me agrado. 
Por un momento creí que sería todo, pero sin decirme nada se retiró. Me recostó en la cama y me ...