Esa ropa me volvió una zorra - Relatos Eróticos

Esa ropa me volvió una zorra

... dió un beso largo y lleno de pasión, nuestras lenguas recorrieron toda nuestras bocas. Aprovechando para meterme mano, yo también estaba exitado, su boca llegó hasta mis pezones y después de juguetear con ellos y hacerme sentir más caliente, bajo hasta mi verga, regalandome una mamada, solo lo necesario para mantener el juego.
Se acomodo a un lado a mio y poniéndose por encima de mi me ofreció su verga, terminado en un 69, dónde ella aprovechaba para juguetear también con mi culo.
Aquí fue donde todo cambio; se levanta y me pide seguirla, abre un cajón y saca un montón de tangas.
Al principio me quedé un poco en shock, pero sabía que esto ya lo había deseado. Tome una de color rojo, pero Ella amablemente me ofreció otro color. 
Cuando me la puse, sentí mucha pero mucha calentura, esa tira de tela que se incrustó entre mis nalgas me hizo el momento, luego ella me terminó poniendo un liguero y sentandome a la cama me puso unas medias. 
Nunca hubiera creído, que esto me iba a gustar tanto que me dejaría hacer de todo. 
Me volvió a prestar su verga la cual acaricie y mame con mayor pasión.
Poniéndome en cuatro, sabía lo que iba a venir, así que me relaje y me deje llevar.
Comenzó por besarme las nalgas, para luego abrirlas para dar paso a su lengua, la cual jugueteo con mi culo, la sensación era grandiosa, cuando ella hizo a un lado el hilo de la tanga para besar con mas fuerza mi culo me llevo a otro nivel. Yo estaba que me quemaba, metió sus dedos no sin antes ...

... lubricarme y fue tan profundo que mi verga brincaba de emoción, era una sensación única. 
Se aparta un momento de mi.
"Veo que te gusta todo esto, y no te voy a defraudar"...me dijo Ella.
"Eres el primero que acepta está condición y veo que lo disfrutas"...todo esto mientras ella se preparaba. 
Acernadose a mi, siento su verga forrada con un preservativo, jugueteando con mi culo y después de un poco de lubricante y un par de dedos intenta meter ese trozo de carne.
La verdad es que yo me sentía muy puta, deje que Ella hiciera todo y solo me concentre en disfrutar. Recargo un para de ocasiones todo su peso en mi y yo solo ayude elevando mi cola, para facilitar la entrada. Por fin, su verga entro sentí como me iba penetrando, y a pesar de cierto dolor e incomodidad, el placer no cesaba, una vez hasta dentro , comenzó a meter y sacar, mis gemidos de placer y un poco de dolor hacia que sus movimientos fueran más rápidos, yo estaba ardiendo y disfrutando, el momento era sublime. La ropa me hacía sentir toda una zorra. 
Quería probar más, así que le pedí me dejara montarla. Sentada frente al espejo, me subí en Ella y comienzo a cabalgarla, mi culo se daba gusto brincando sobre su verga, mientras yo me  observaba en el espejo, mi cuerpo vestido así me generaba mucho morbo y exitacion a la vez; la cara de Ella era de satisfacción. Sus gemidos me indicaban, que no tardaría mucho. Sus manos se pusieron en mis caderas para ayudarme a realizar el movimiento más rápido y con mayor fuerza, ...