Fin de semana especial 3
Fecha: 27/11/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: kimbocat, Fuente: SexoSinTabues
... espera cada nuevo azote, como se entrega sumisa a mi placer y al suyo, como levanta su culo para ofrecerme unas nalgas redondas y hermosas, que no dudo en castigar, una línea roja cruza ambas de lado a lado, y ella sollozando sigue a 4 patas, entregándome su dolor, le pregunto si quiere seguir, y con la cabeza afirma que si, le ordeno que se masturbe, una de sus manos busca su vulva, su coño, empieza a tocarse, a acariciarse, otro azote cruza su lomo, saca su mano, pero le ordeno que siga, voy a azotarla, hasta que se corra, hasta que me entregue no solo su dolor, sino su placer. Ella vuelve a restregar sus dedos dentro de ella, mientras se le hace un nudo en la garganta cada vez que me paro, cada vez que dejo de caminar a su alrededor. Otro azote, voltea su lomo hasta golpear en su pecho, ella cae al suelo, al instante vuelve a ponerse a 4 patas, y su mano vuelve a acariciarla, a tocarla, a encharcarse en su deseo, en su placer. Finalmente, la oigo jadear, gritar, se deja caer, y con sus dos manos dentro de ella, se mueve entre espasmos de placer, se corre sumisa y esclava mientras no deja de mirarme, de babear, de ofrecerme su placer y su dolor, de entregarse a su instinto de hembra y de esclava. Relajada y sudorosa, vuelve a ponerse a 4 patas, oigo como respira agitadamente, me gusta ver el brillo del sudor en su piel, mojando en sal estas heridas que el látigo ha dejado en ella. Con la punta de mi pie levanto su barbilla, me ...
... mira con sus ojos rojos de tanto llorar, con su boca entreabierta, su piel blanca ribeteada en fuego, sus pechos colgando y sus manos empapadas de sus propios jugos, traga saliva mientras no dejo de mirarla, le pregunto si le ha dolido, ella enfadada dice que si, luego le pregunto si quiere repetir, y tras sonrojarse, entre lágrimas, mocos y sollozos dice que si. Le ordeno que se vista, voy a enseñarle los alrededores, solo conoce las vistas des del mirador, pero hay mucho más que ver en esta zona rural y tranquila en la que estamos. –Te espero en el sofá, ¡y no tardes!!! Ella a 4 patas, va hacia la habitación donde dejó su maleta, voy releyendo un libro que tengo sobre la mesa, mientras la espero, y tras un rato, quizás excesivo, aparece ante mí. Ni rastro de lágrimas o mocos, sensual, hermosa, con sus labios de rojo intenso, con sus ojos azules mirando sumisa hacia el suelo, su cabellera castaño claro cayendo sobre sus hombros desnudos, bordeando unos pechos no demasiado grandes de pezones duros y levantados, en su piel resaltan las marcas de los azotes que ha recibido. Sigo mirándola, su vientre estrecho, terminando en un pubis deliciosamente perfilado, un triángulo perfecto que tan solo oscurece y resalta en su piel blanca, luego sus piernas largas y fibrosas, duras y atractivas, y sus brazos en cruz, y colgando de cada mano, un vestido, el uno rojo, el otro negro, y en sus labios una pregunta –Amo, cual desea que me ponga?.