La fiesta que cambio el rumbo de mi vida - Relatos Eróticos

La fiesta que cambio el rumbo de mi vida

En esta narración les expondré brevemente los hechos que pasaron en mi vida y con base en los que sentí la necesidad de convertirme en una mujer transexual.

          La historia comienza cuando cumplí 15 años de edad, acababa de entrar a la preparatoria, en ese tiempo tenía una novia con la que llevaba dos años, nos llevábamos muy bien y yo disfrutaba mucho besarla, agarrarla, acariciarla y meterle mano en todo su cuerpo, pues la verdad me fascinaban sus senos grandes, su piernas bien torneadas y sus nalgas redondas; sin embargo, por cuestiones del trabajo de sus padres se había ido a vivir y estudiar a otra ciudad, lo que provocó que yo estuviera algo triste y anduviera solo. 

          En el salón en que yo estudiaba los compañeros y amigos organizamos una fiesta para conocernos, y la fecha coincidió con la de mi cumpleaños. El festejo sería un viernes en la casa de un compañero ubicada cerca del metro viaducto.

          Éramos como 30 personas en la fiesta, entre hombres y mujeres, estuvo divertida, hubo botana, de comida tacos, cervezas, vino, etc., baile, canto, juegos, risas. Todo estuvo muy bien. Fue precisamente como a las 11 de la noche, ya se habían ido algunos compañeros, solamente quedábamos como 10, ya estábamos algo tomados que se les ocurrió hacer un juego en el que cada vez que uno perdiera le imponían un castigo, y así hubo varios castigos, algunos de ellos muy locos, por ejemplo, a una compañera le cortaron algo de cabello, a un compañero le tocó ...

... hacer 50 lagartijas y a mi, me impusieron como castigo vestirme de mujer, para eso, una compañera se ofreció a disfrazarme. Como se trataba de un juego y ya estábamos tomados acepté mi castigo. 

          Mi compañera y yo entramos a una recámara, me di un baño rápido, me puso unas pantimedias negras, una pantaleta, un vestido que me quedaba a la altura de las rodillas, un brasier, relleno simulando senos, unas zapatillas, me maquillo y me puso perfume. Me vi frente al espejo y me sorprendí mucho, pues vi a una mujer frente a mi. Incluso mi compañera me dijo “vaya vaya, te vez mejor que muchas mujeres, tú carita es de mujer, tus piernas son bonitas y te vez nalgoncita, fácil pasas por mujer, si la haces”, yo me sonrojé, pero era cierto lo que me decía. 

          Por fin salimos de la recámara y nos integramos con los compañeros, algunos ya estaban dormidos, y los otros ya estaban más borrachos, así que me miraron y ya ni me hicieron caso, cosa que me agradó. Le dije a mi compañera, “bueno, ya cumplí, ya me voy a cambiar para irme”, respondiéndome “si, solo deja te sacó unas fotos para que vean que cumpliste y me sirves una cuba, me la tomó y nos vamos”, pero en lo que me tomaba las fotos llegó un señor de edad madura, que traía puesto un pantalón de mezclilla, una camisa a cuadros y un sacó negro. Nos saludo y como ya solo estábamos despiertos ella y yo, nos dijo “me permiten tomarles las fotos para que salgan juntas y tomarme una cuba con ustedes” respondimos que si, ...