La fiesta que cambio el rumbo de mi vida - Relatos Eróticos

La fiesta que cambio el rumbo de mi vida

... así que nos tomó unas fotos y también le serví su cuba y estábamos platicando y tomando cuando sonó el teléfono de mi compañera, atendió la llamada mientras nosotros seguimos tomando y platicando, luego nos dijo que se tenía que retirar porque era urgente que fuera con su familia y este señor dijo “no te preocupes, te llevamos, si te puedo ayudar” y mi compañera agradeció y dijo que tan sólo con llevarla. Me dijo “vamos”, como mi compañera se subió atrás en el coche, yo me subí en el lado del copiloto. En el camino él me dio la confianza para que le hablara de mi y yo le comenté lo triste que me sentía por lo de mi novia, mientras yo noté que me miraba insistentemente mis piernas. Nos dijo “se divirtieron niñas”, a lo que respondimos que si. Cuando llegamos a la casa de mi compañera este señor le volvió a decir que si necesitaba su ayuda él se la daría.

          Cuando nos quedamos solos coqueteo conmigo diciéndome primero “la verdad solo porque dices que eres hombre, pero tienes una carita muy dulce y que decir de tus piernas, están bellísimas. No me vas a dejar tomar solo verdad”, yo me sonrojé y le agradecí diciéndole que no, que si me tomaba una cuba con él. Manejo y me llevo a un antro. Cuando llegamos me ayudó a bajar del coche, me tomó por la cintura y me dijo “estas bellísima”.

          Cuando entramos vi que era un antro para gay, travestís y gente así, por lo que me sentí más en confianza, me tomó del brazo y me llevó a una mesa, pidió una botella y así ...

... pasamos un ratito, bebiendo, platicando, riéndonos porque él era muy simpático, yo la verdad la estaba pensando muy bien, aunque ya me sentía un poco mareada. De repente vi como puso una de sus manos en mis piernas. Yo no le dije nada porque sentí bonito. Luego de acariciarme un ratito me sacó a bailar, yo no quería porque me sentía más mareada y le dije que no sabía bailar, pero aún así me convenció y fuimos a la pista de baile, como yo ya estaba muy mareada, todo el tiempo estuve abrazándolo para no caerme. Al regresar a nuestra mesa nos faltaba una silla, se dirigió al mesero para que viera ese detalle, pero se sentó y me sentó en sus piernas, me abrazó y me besó los labios, y yo le correspondí tanto los besos como las caricias, puesto que lo veía muy guapo; y me dijo, “vámonos, quiero llevarte a un lugar más tranquilo”. Yo acepté, como casi no me podía sostener él me llevó abrazada y me paró frente a él fuera de su coche y me abrazó y me besó los labios mientras con sus manos me agarraba las nalgas, y yo le volví a corresponder los besos y sentí muy bonito sus caricias en mis nalgas. Luego de subirnos a su vehículo me llevó a un hotel. 

          Durante el camino me agarró las piernas mientras me decía que estaba muy bonita y que quería ser mi novio. No supe porque pero le dije que si. Y ya en el hotel, llegando al cuarto me sentó en la cama mientras él se quitó los zapatos y el pantalón y me metió su pene en mi boca, y yo empecé a chuparselo y mamarselo, poco a poco. Al ...