1. EL AMOR FILIAL ME AYUDO A SALIR DE LA DEPRESIÓN


    Fecha: 28/11/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... bonitas facciones, con nariz aguileña, ojos miel y labios finos y delgados. La recepción se llevo a cabo en un salón cerca del pueblo. Durante la velada mi madre estuvo molestándome con algunas muchachas, amigas y conocidas, para que las abordara, pero yo no estuve dispuesto a seguir su juego. Por lo demás ella y mis hermanas se esmeraron por mantenerme el animo y hasta me hicieron bailar un par de canciones con mi madre y tomar un par de wiskis, cosa que poco suelo beber. Ya a eso de la media noche, aburrido con tanta algarabía, le dije a ellas que me iba a casa. Ellas trataron de disuadirme pero yo me mantuve en lo mio, diciéndoles que se quedaran tranquilas, que yo me iba a dormir porque me sentía cansado. Mi hermana mayor me dijo que aguantara un poco y se fue a hablar con los demás. Al parecer algo hablaron entre ellas, pensando que todavía podía cometer alguna locura a raíz de mi reciente relación, y al rato mi madre vino a decirme que si me quería ir que ella se iria conmigo. Yo me negué de tajo, diciéndole que no había necesidad, mas aun cuando ella se estaba disfrutando la fiesta, pero ella insistia en irse conmigo. Le dije entonces que en realida pensaba irme para mi casa, por la cercanía, asi que no había motivo para que me acompañara y ella se quedara con mis hermanos y el resto de la familia. Ella dijo que no importaba, por que mis dos hermanos menores se iban a quedar con mis abuelos. Por ultimo intente decirle que si se iba porque la asustaba que pudiera hacer ...
    ... algo, que no había de que preocuparse porque ya estaba bien y que mi separación era prueba superada, pero aun asi no hubo poder para convencerla. Nos despedimos y salimos pasadas las 12 y ella me pregunto en que nos íbamos. Le dije que sobre nuestros zapatos por que no había mas, esperando que se arrepintiera por lo de sus zapatos nuevos pero ella hizo un gesto de resignación y se agarro de mi brazo dispuesta a los 15 minutos de camino a mi domicilio. Nos fuimos hablando de cosas de la fiesta, de los vestidos de fulana y sutana, del baile chistoso de sutano y de quienes se les estaban pasando las copas. Reíamos con todo esto, la noche era fresca y solo se escuchaban los grillos. Caminábamos abrazados, porque además a ella le sentaban los zapatos, sobre todo en un trayecto donde se estaba arreglando la carretera para repavimentar. Al llegar a un paraje, ya a la entrada del pueblo donde no funcionaban un par de luminarias de los postes que iluminan la calle, me detuve a atender una llamada de un primo que preguntaba por mi paradero porque una excompañera de estudio que estaba en la fiesta, que el sabia que me gustaba y que estaba preguntando por mi. Le dije que ya había salido y que aunque tuviera asegurado algo con ella, por nada del mundo me regresaría. Mi madre, que había estado atenta a mi comunicación, quiso saber quien era la fulana, y luego me dijo que me diera cuenta que por mujer no quedaría estancado. Enseguida se quejo por el frio y me pidió que le diera un abrazo y ...
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