Las calientes vivencias de las niñas de doña Juanita 3
Fecha: 29/11/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: adalberto1979, Fuente: SexoSinTabues
... ajeno a las súplicas infantiles metió otro poco más y la niña hiso el intento de levantarse pero la mano poderosa del viejo la mantuvo empinada, la pequeña estaba tan asustada que empezó a llorar y volvió a gritar cuando don Jorge sin misericordia alguna metió otra parte; a estas alturas Karen sollozaba y don Jorge callado y perdido en lujuria veía a la pequeña como tenía metido dos tercios de su verga, la saco un poco ante el alivió de la niña, pero solo para volver a meterla, ella aulló como loba cuando el pene regreso al hueco ‐ Ahuuu ahuuu ay ay ay La pequeña solo gritaba aullaba y pujaba, ya no hablaba, no podía, el dolor la tenía cegada y muda para defenderse. El vejete se apiadó un poco de la pequeña y paso su mano a la entrepierna infantil y ahí estimulo su clítoris un poco, ella entre el dolor y el miedo sintió el estímulo de su zona erógena y la tranquilizó un poco. Don Jorge al sentir el culo más relajado inició un mete y saca lento pero continuo, no dejo de estimular el clítoris y la pequeña Karen no pudo evitar cambiar los pujidos por gemidos, una danza inició, la nena estaba adaptándose al miembro adulto y el estímulo de su clítoris rendía fruto y la excitación empezaba a vencer al dolor, ella solita movió sus caderitas, lo hacía de forma involuntaria, lo caliente emergía en ella; era una hembrita caliente que a pesar de su edad le daría el mayor placer a un suertudo viejo que aumentaba la velocidad de la mano y de sus caderas ‐ Don Jorge ya no duele tanto, ya ...
... siento rico Lo dijo como si al viejo le importara mucho si ella sentía placer, Don Jorge solo sonrió desde atrás de ella y sus amarillos dientes fueron expuestos como los de un lobo. ‐ Mas don Jorge, mueva su mano así de rico mas El viejo movía la mano más rápido, pero también su cadera, la saco solo para escupir saliva y regreso con sus dedos todos babosos a la rajita infantil, Karen no pudo evitar gemir de placer al sentir los resbalosos dedos que la estimularon. ‐ Si… si mi putita, eres la más deliciosa que he conocido El viejo por fin había hablado, las palabras llegaron al oído de la caliente Karen que orgullosa se movió más para satisfacer a su sodomita amigo; don Jorge la soltó de la entrepierna y la jaló a él, ella quedo apoyada solo de sus rodillas y manoteaba al aire como intentando sujetarse de algo, el hábilmente la doblo de espalda haciendo una curva perfecta, eso nunca se lo dría hacer a su vieja esposa, la quebraría al intentar hacer esa maniobra, pero la nalgona Karen era una niña y muy flexible, no tuvo problemas con eso. Don Jorge le giró la cabeza y le metió la lengua en su boca, ella lo recibió con gusto cerrando sus ojitos, por alguna razón se sentía de maravilla siendo enculada por el viejo y teniéndola doblada en esa posición, lo puta era mayor que lo infantil en ella; no le importaba el dolor, el evento era excitante, sentía cosas que nunca había sentido. Karen recordó cuando se masturbó con sus deditos y como le gustaba explorar sus genitales, pensaba ...