La fiesta que cambio el rumbo de mi vida. Parte 3 - Relatos Eróticos

La fiesta que cambio el rumbo de mi vida. Parte 3

Cuando me quede sola me miré frente al espejo y me gustó mucho la mujer que vi, pues yo ya era esa mujer fui a recostarme un ratito para dormir. Transcurrió el día sin mayores cambios, salvo que si regreso mi novio por la tardecita. De inmediato me abrazó y me besó los labios, me agarró y acarició las nalgas, me lamió y chupo el cuello y me dijo palabras bonitas y otras cosas que me excitaban demasiado como: “me gustas mucho, tú carita es de mujer preciosa, me encantan tus piernas y tus nalgas. Me gusta cogerte y hacerte mía. Me gustaría ponerte bien chichona y nalgona. Pero por ahora te voy a coger muñeca”. Siguió agarrandome las nalgas y me sentó en la cama, mientras se quitó su pantalón y yo empecé a lamer y mamar su pene, lo chupaba como si fuera un dulce, mientras él exclamaba el placer que sentía, así “aaaahhhh.... que rico pero que rico aaaahhhh”. Luego me levanto y me bajo la blusa del vestido y me lamió y mordió los pechos, me chapó los pezones y me los mordió. Yo ya estaba muy caliente y me gustaba todo lo que sentía. Me acosto boca abajo y me lamió y mordió las nalgas, me las besaba y de repente me empezó a dar de nalgaditas, y no se porque pero mis nalgas se paraban hacia él, como si ya lo reconocieran como dueño. Me lamió el ano, me lo mordió también y me puso boca arriba y se me subió poniendo mis piernas sobre sus hombros y empezó a empujar una y otra y otra vez muy fuerte, yo ya no pude contenerme en silencio y empecé a gemir y gritar fuerte, así “aaaahhhh ...

... aaaahhhh aaaaiiii aaaahhhh aaaaiiii...” y mientras yo tenía adentro de mi su enorme verga, me dijo “te gusta reina, te gusta que te coja, te gusta ser mi puta”, y yo que estaba muy excitada y sofocada alcancé a decir “siiii siiii aammmoorrr”. Terminó dentro de mi, pero no solo me tiró su semen, también lluvia dorada y se acostó poniendo mi cabeza sobre su pecho. Y me dijo “vámonos, tenemos cita con el médico. Luego iremos a comprarte la ropa que quiero que uses”. Me incorporé e iba a ponerme las medias pero me dijo que no, que quería que fuera mostrando mis piernas chorreadas de su lechita y de la lluvia dorada. Así que lo obedecí.

          Cuando íbamos en el coche él me iba agarrando las piernas, y le dije “amor, no me mal entiendas y soy feliz siendo tu puta pero tengo una curiosidad. Eres muy guapo y simpático, puedes tener a cualquier mujer, porque yo que ni siquiera soy mujer”. Y detuvo el auto, me miró fijamente y agarrandome las piernas me dijo “eres mucho más bonita que todas las mujeres que he tenido, eras virgen ya que fui el primero en cogerte, lo se porque sangraste, besas y coges muy rico, y poniéndote muy chichona y nalgona, serás la envidia de las viejas y el deseo de los hombres y cuando te vean sola dirán que es afortunado tu macho y cuando me vean contigo dirán que que buena nalga traigo. Reina no me puedo casar contigo porque soy casado pero te quiero como mi mujer, que dices”. Yo le agarré su cara y le besé los labios y le dije “si amor quiero ser tu ...