1. La fiesta que cambio el rumbo de mi vida. Parte 3


    Fecha: 24/09/2024, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: Claudia Itzzell, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... mujer”. Y proseguimos la marcha.
    
              En mi entrevista con el médico acordamos que me haría los exámenes que me recetó, que me trataría el psicólogo de la institución, que me haría el reemplazo hormonal y en un tiempo las cirugías requeridas, como de aumento mamario, extirpación de pene, etc. Y una vez que salimos de allí fuimos de compras, adquirimos vestidos cortos, faldas, shorts, minifaldas, tacones altos, zapatillas medianas, medias, pantimedias, leggins, lencería como brasiers, tangas, pantaletas, ligueros, batas, babydolls, fondos, blusones, blusas, joyería de fantasía y perfumes.
    
              Ya en mi depa, mi hombre volvió a darme otra tremenda cogida y me dijo “te voy a coger tanto que te vas a volver adicta a la verga y la necesitarás tener adentro todo el tiempo al grado que querrás ser puta para que todo el tiempo te cojan”. Yo estaba feliz y le dije “ya soy adicta a tu verga, ya la necesito dentro de mi”. Y me dijo que desde ese día se iría a vivir conmigo. Como yo estaba emocionada por todo acepté y desde ese día Ricardo empezó a vivir conmigo. Y mi vida dio un cambio porque dejé los estudios, hacia las tareas del hogar, iba al mercado, hacia el aseo, preparaba los alimentos, su ropa la lavaba y planchaba y lo atendía sobretodo complaciéndolo sexualmente. Lo obedecía en todo.
    
              Así transcurrió el tiempo y 2 años después yo ya tenía senos grandes, como de 500 cc aproximadamente, ya estaba más caderona, más nalgona, mi piel era más fina, tenía cabello largo, en si, ya parecía mujer, porque incluso me cambio el humor, y para mi ya era normal vestirme de tal forma que siempre mostrara las piernas, y me vestía como le gustaba a mi hombre, esto es, como puta, vestidos cortos, tacones altos, lencería, maquillaje, perfume, etcétera. Fui su amante por el lapso de 3 años, en los que me cogio diario, de hecho yo necesitaba que me metiera su verga, pues ya era para mi tan necesaria como comer o beber.
«12»