1. El juramento final


    Fecha: 07/08/2017, Categorías: Lesbianas Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... podría contar; te digo que soy buena en esto...
    
    — Me lo creo, pero por eso mismo no me la chuparás jamás.
    
    — ¿Me estás diciendo puta?
    
    — No; te estoy diciendo que no me la chuparás ni con forro.
    
    — ¡Maricón de mierda!
    
    Se levantó, se fue donde estaba su maleta, pasamos cuatro estaciones que viajé muy tenso, a la quinta se levantó para apearse y antes de salir del coche me gritó:
    
    — ¡¡¡Puto maricón de mierda!!! ¡Que te den y te dejen “empalao”!
    
    Suerte que la gente la miró a ella, pero yo tenía la cara ardiendo. Al cabo de un rato se acercó un chico y pidió permiso para sentarse. Se aposentó frente a mí y comenzó a decirme que no hiciera caso a esa loca y se me declaró diciendo que también él es gay. Respiré profundo y le sonreí.
    
    Le observé detenidamente: era guapo, pelo muy negro y grueso, sedoso y brillante, ojos pardos tirando a chocolate y muy abiertos, boca grande y labios carnosos, muy blanca dentadura. Algo que me gustó mucho es que sus patillas eran largas y muy estrechas, mentón ovalado. Se le notaban algo las plumas aunque muy suavemente. Era delgado, muy flaco, pero con pectorales que se le notaban gracias a su ajustada camiseta verde oscuro, jeans ajustados, desteñidos como los míos pero enteros, no desgastados como los míos.
    
    Entablamos una conversación sobre nuestros orígenes territoriales, pero solo de verle frente a mí, me empalmé y tuve ...
    ... necesidad de acomodar mi polla dentro de mis jeans. Cuando lo hice se sonrió y me preguntó:
    
    — ¿Y eso?
    
    — De verte..., eres guapo y... bueno..., me pasa eso, contesté.
    
    — Eso lo arreglo yo liberándola, me dijo.
    
    Se abrió la bragueta, se sacó la polla y los huevos y tomando una servilleta de papel comenzó a masturbarse.
    
    Miré al coche, había poca gente y me fijé en su polla, larga, delgada y circuncidada. Me liberé la mía y me masturbé yo también, me hacía falta. Descargamos casi al mismo tiempo. Me dejé limpiar por él y me gustó su tacto, así que cuando metí mi polla dentro del jean —no suelo usar ropa interior— me senté a su lado y concordamos respecto al destino de cada uno. Entonces supe que íbamos a la misma ciudad y me invitó a su casa. Esa noche dormimos juntos..., mejor, no dormimos, pero nos follamos uno al otro alternativamente. Hacia las 6 de la mañana nos dormíamos totalmente agotados y despertamos a las tres de la tarde. No habíamos tomado ningún trago, así que estábamos frescos para continuar y eso hicimos. Después de tres días follando a cada momento y saliendo de casa solo para comer muy cerca y besarnos en público metiendo mano en las respectivas nalgas, nos juramos no buscarnos más uno al otro si no coincidíamos en el mismo tren. Lo procuré, lo encontré, él también lo procuró con éxito, y hemos pasado buenos ratos juntos, acabando siempre con el mismo juramento. 
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