1. El ladrón y Doña Rosa Autor Mapmaker


    Fecha: 02/12/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: mapmaker, Fuente: RelatosEróticos

    ... boca proporcionándole una soberbia chupada haciéndola gemir llevándola a rebasar los límites de la pasión.
    
    En una de esas sesiones la coloque en la orilla del lecho con las piernas abiertas, contra su pecho; le mame el chocho hasta hacerla delirar; me erguí frente a ella, lentamente le encajé la verga hasta los testículos; la sentí boquear mientras viraba los ojos; empecé a bombear su vagina hasta hacer que se corriera.
    
    Al alcanzar el orgasmo, el interior de su vagina se contraía rítmicamente apretando mi miembro dándome la sensación que me estaba succionando; esa sensación me impulsaba a vaciarme incontrolablemente dentro de su chocho.
    
    Estábamos viviendo una de las sesiones de sexo más fantásticas que hubiésemos experimentado, me agarro por los cabellos mientras enardecida me decía al oído - Dale jueputa, culeame duro cabrón!!!!!!”, métemela por el culo…cabrón..!!!!Atónito la contemple mientras repetía – Que esperas cabrón….métemela por el culo….ya!!!
    
    Quedé sorprendido; el temor de lesionarla vino a mi mente pero su desesperado deseo y mis ganas de poseerla por el ano se impusieron; le extraje el miembro para presentárselo en el trémulo ojete; este se dilataba, ansioso de ser penetrado; le acuné el amoratado hongo en la palpitante entrada; la sentí respirar profundamente.
    
    La acampanada punta penetro apartando los pliegues adentrándose en su interior; un gruñido de complacencia salió de lo profundo de su garganta, se remeneó mientras mi enorme ariete se ...
    ... acunaba dentro de su cuerpo; no soporte aquel torturante placer y eyacule de una manera increíble; esto fue el detonante para que la marejada de deseos recorrieran su cuerpo desbordándose en oleadas de placer contenidos.
    
    Percibí las fuertes contracciones alrededor de mi verga a cada espasmo causado por su clímax incrementando mis deseos de una manera insaciable. Continuamos culeando hasta quedar agotados; no costo trabajo retirarle el pene del ojete pues la gran cantidad de jugos emanados de nuestros sexos facilitaron la extracción.
    
    Cuando nos recuperamos, me invito ver una película; yo estaba sentado en el lecho con la espalda reclinada en la cabecera, ella descansaba su cabeza en mi torso acariciándome el pene con la mano.
    
    La imágenes que proyectó la pantalla eran de las sesiones de sexo que habíamos tenido; vaya sorpresa, tenía cámaras en todos los ángulos y había grabado todas las poses haciendo zoom en nuestros órganos sexuales; una ola de deseo me invadió haciendo que mi pene empezara a palpitar adquiriendo una nueva erección.
    
    Busque sus labios con pasión, me coloque sobre ella apresuradamente penetrándola; ella miraba la pantalla y hacia allí dirigí mi vista; la toma que estaba pasando era lo que estábamos haciendo en ese preciso instante; mi verga entrando y saliendo de su cuerpo sacándole líquidos cremosos a su concha; imposible evitar lo inevitable; nos fundimos en un ardiente besos mientras nuestros cuerpos se estremecían llegando a la cúspide de los ...