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Los problemas de una verga gigante
Fecha: 03/12/2018, Categorías: Gays Autor: getaway11, Fuente: SexoSinTabues
... puso muy nervioso y que no se pudo poner bien el condón, luego no se le paró bien y que si pudo penetrarla pero que no fue nada bueno, y aunque ella le hizo pensar que le había gustado, cuando la volvió a buscar, ella le pidió que no le llamara de nuevo. Yo no podía creer nada de eso, nadie podía ser tan malo en el sexo o tener tan mala suerte. Entonce dijo algo que me causó todavía más curiosidad, que su pene les daba asco a las mujeres. Yo le dije que era normal que a las mujeres les diera asco un pene, pero que de todas formas les gusta el sexo y hasta hacer sexo oral. Mateo estaba un poco apenado por la plática pero yo no podía dejar de hacer preguntas, me había prendido la morbosidad, y ya con algo de alcohol encima yo no era nada prudente. Le pregunté si tenía una cicatriz o deformidad o qué no les gustaba a las mujeres. Mateo me respondió que su pene parecía como un gusano gordo y que no era como esos que parecen hongos con cabecita. Yo le dije que yo tenía circuncisión y que eso no era natural, que la mayoría de los hombres debían tener pellejo y que eso también le daba asco a algunas mujeres. Entonces le pregunté a Mateo si me dejaba verle el pene, al principio se rió pero yo lo decía muy en serio. Le dije que si quería yo también podía enseñárselo para que estuviéramos parejos, de alguna forma la idea no me sonaba tan mal, pero no lo convencí. Ya en mi peda le dije que si me la enseñaba le hacía sexo oral. Mateo me dijo que no, porque se iba a sentir muy mal si a ...
... mí me daba asco su pene. Yo le dije, mira si te da más confianza, apaga la luz y te lo empiezo a chupar y ya que te sientas mejor prendemos la luz. Mateo estaba muy nervioso e indeciso, casi lograba convencerlo pero todavía tenía esa mirada de duda. Entonces yo me quité la ropa en frente de él, mi pene ya estaba semi erecto y pude notar la mirada curiosa y morbosa de mi amigo recorriendo mi cuerpo hasta clavarse directamente en mi pene. Apagué la luz y me acerqué lentamente hacía él. Yo ya estaba muy caliente y algo tembloroso, me puse de rodillas frente a él y empecé a tocarlo suavemente por encima del boxer, como me lo imaginaba, empecé a sentir un trozo gigante y gordo, por el tamaño pensé que se le había puesto ya bien dura como a mí, pero cuando metí la mano me di cuenta de que aún estaba suave y era enorme. Ni si quiera le pensé y me la metí en la boca, empecé a chuparla con todas mis ganas y sentí como lentamente iba creciendo. Llegó un momento en que ya no podía metérmela toda en la boca y aun no estaba completamente erecta. Yo sentía que me asfixiaba pero tenía como esa obsesión de metérmela hasta la garganta y no podía evitar hacer ruidos de ahogo. Mateo estaba disfrutando que por fin podía meter su pito en una boca, él gemía y se contorsionaba de placer al mismo ritmo que yo, era deliciosa esa conexión que sentimos al hacernos gozar mutuamente. Por fin su verga se puso totalmente erecta y yo me la metía a la boca con dificultad y solamente me estaba tragando como la ...