1. Mi sobrina Verónica (Capítulo 2)


    Fecha: 07/08/2017, Categorías: Gays Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos

    CAPITULO 2
    
    UNA SITUACIÓN INCOMODA
    
    Las situaciones comprometedoras, suceden cuando uno menos las espera, como por ejemplo aquel día al que yo iba al centro comercial a realizar una compra de un par de zapatos que había visto otro día que fui por ahí.
    
    Como soy de las personas que le encantan las golosinas, me dirigí primero al último piso a comprar una pasta en un local que había en el patio de comidas. Uno mientras camina por estos lugares, siempre vamos viendo las niñas que por ahí pasean, ellas siempre vestidas con sus trajes más llamativos y provocativos que uno se pueda imaginar.
    
    Mi mirada recorría el lugar, cuando pude percatarme de una señorita, que estaba sola en una mesa, y lloraba desconsoladamente, mientras veía su celular.
    
    Pero algo me llamó la atención y no era precisamente el hecho que esté llorando, pues su corte de cabello, y su ropa, me parecían algo conocidas. Mientras me acercaba para corroborar mis sospechas, era mi sobrina Verónica.
    
    Sin dudarlo, me acerqué a ella, y mientras le ponía mi mano en su hombro le decía:
    
    —¡Vero!! ¿Qué te pasa bonita?, ¿Por qué lloras?, le dije
    
    Ella sin sospecharlo siquiera, regresó a verme y descubrió que era yo quien estaba a su lado, me miró con esos ojos color café claro y que ahora veía color miel por las lágrimas acumuladas, su rímel se había corrido por las lágrimas y chorreaba por el costado de sus ojos hasta cubrir sus coloradas mejillas. Los ojos hinchados, y sus cejas en caídas hacia los lados, ...
    ... buscando compasión. Los labios habían perdido su típico labial y su pequeña nariz estaba tan colorada como un tomate. No supo contestarme nada.
    
    Yo solo me senté junto a ella y la abracé por el hombro y la atraje hacia mí, mientras que con la otra mano acariciaba su cabello y su cara quedaba sobre mi pecho, pude sentir como ella terminaba de llorar desconsolada.
    
    —Cuéntame, por qué estas así, le dije nuevamente
    
    —Es que… vas a decir que es una tontería, entre gemidos me decía
    
    —Vamos, cualquier cosa que te haga llorar, es lo suficientemente importante para mí, dime para ayudarte, le insistía.
    
    —Es que…. Y se quedaba así, mientras seguía llorando desconsolada
    
    —¿Pasó algo en la casa?, ¿te peleaste con tus padres?, le pregunté
    
    —No, es por un chico…. Me dijo finalmente.
    
    Algo dentro de mí se perturbó por la sola idea de que algún patán se hubiera querido aprovechar de esta dulzura, o peor aún que lo hubiera hecho, creo que Verónica sintió mis dudas.
    
    —Él me ha roto el corazón… entre llantos terminó diciéndome.
    
    —Vamos hermosa, nadie se merece que tu dañes esos ojitos hermosos, tú vales mucho para estar así por cualquier baboso, le dije, mientras secaba sus ojos con mis manos, y trataba de limpiar el rímel, para lo que tuve que sacar un pañuelo y limpiarle el rostro.
    
    —Lo sé, me dijo, es por eso que estoy así, me molesta tanto.
    
    —Ven, mejor te llevo a casa, le dije
    
    —No quiero que me vean así, me dijo
    
    —Entonces, vamos, te llevo a dar una vuelta hasta ...
«123»