Paola, exhuberante y provocativa mamá
Fecha: 08/08/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Gabriel351, Fuente: CuentoRelatos
Era un viernes del mes de octubre alrededor de las 20 horas, el día era como aquellos donde todavía la primavera no se definía y ese día las temperaturas eran por demás inestables fresco por mañana y noche…cálida por la tarde.
Yo estaba caminando las 4 cuadras que me separaban de casa pero el andar era casi una tortura, había terminado de jugar un partido de fútbol y mi pobre cuerpo y alma venía muy deteriorado…ya sobre el final del juego tuve 2 accidentes casi continuos…el primero un codazo que me abrió la ceja e impactó en mi pómulo, el otro un esguince de tobillo al pisar mal.
Me faltaban un poco más de dos cuadras para llegar a casa cuando una voz femenina, me llamó, detuve mi marcha para esperarla, era Paola y como de costumbre estaba para “comérsela” de los pies a la cabeza. Al verme dijo:
P-Ay que te paso?
Le conté y ella sabiendo que no había nadie en casa me invitó a pasar a la suya y curarme las nanas…Paola tenía 39 años, tenía dos hijos Marcela de 21 ya casada y Leandro de 17…Ivana era de mi misma edad e hicimos juntos la primaria.
Paola estaba separada desde hacia 4 años y era como decimos nosotros “una potra infernal” rubia teñida con mechas castaño, piel blanca, ojos celestes, labios carnosos, muy bonita de cara, una cara casi angelical 1,75 mt de altura, 97-65-95 y para completar su descomunal belleza unas piernas espectaculares. Ella cuando se separó se puso un local de ropa para mujer, su ex era un ejecutivo muy importante.
Entramos a ...
... su casa, llegamos a la cocina, dejó su cartera, se quitó un saco de cuero, beige claro con piel en cuello y puños y un aplique en sus bolsillos en el mismo tono, llevaba una camisa abotonada color marrón oscuro y pantalones blancos ajustados con zapatos aguja de tacos altos, yo clave mis ojos en su cola cuando ella fue rumbo a la heladera en busca de cubitos para mi golpeado pómulo, envolvió el hielo en un trapo, lo puso sobre mi cara, y dijo:
P- Tenelo así, para bajar un poco la inflamación…yo me voy a cambiar y después te curo esa ceja que sangra un poco, ponete cómodo yo enseguidita vengo…
La casa era muy calefaccionada…estaba como para andar en ropa veraniega…yo me quite la campera y me quede con una camisa celeste y el jean azul, ella ingresó con una vestimenta a tono con ese clima veraniego que les hablaba, su cabello suelto, remera blanca calada tejida al crochet de mangas cortas que apenas llegaba debajo de su cintura si bien la caladura de su remera no era muy abierta eso no impedía ver que debajo llevaba un corpiño blanco la otra parte de su vestimenta era una súper minifalda de tela de jean pre-lavada, de color blanco y celeste pálido que dejaba a la vista sus piernas unos 15 cm por sobre las rodillas, y unos zapatos blancos también de tacos altos pero más anchos, otras veces la había visto luciendo minifaldas impactantes pero creí desfallecer cuando ella hizo su ingreso a la cocina, si a esa terrible figura le agregamos esa sonrisa dulce y sensualmente ...